Las pesquisas, que se iniciaron a consecuencia de una denuncia de la Asociación Fonográfica y Videográfica Española (AFYVE), permitieron determinar que elcomercio ilícito se producía desde una página "web" alojada en un servidor de Internet de Logroño, que era gestionado desde un domicilio particular de Molina de Segura.

Los detenidos copiaban los CD originales en el disco duro del servidor, donde los comprimían en formato MP3 y los ofertaban para su venta en la Red a los clientes, quienes los descargaban en sus propios ordenadores previo pago de una cantidad muy inferior a su precio real en el mercado, logrando con ello los autores elevados ingresos eonómicos.

Los agentes se incautaron del servidor, tres ordenadores personales, un ordenador portátil, alrededor de 200 CD piratas de música, videojuegos y "software", 1.500 álbumes musicales en formato MP3, carátulas y abundante documentación contable, que se remonta a junio de 2000.