Los efectivos policiales, provistos de material anti-disturbios, cargaron contra los aficionados que, tras el partido y dentro de una situación de visible "crispación" por la actuación del árbitro, el extremeño Valle Gil, se agolparon en las inmediaciones del estadio.

La Policía dispró además varios botes de humo y pelotas de goma cuando, según las mismas fuentes, diversos grupos lanzaron piedras contra el autobús que trasladaba al conjunto canario, algunas de las cuales provocaron heridas de escasa importancia a dos agentes policiales.

El Recreativo de Huelva, que acabó el encuentro con dos jugadores menos por expulsión, perdió ante Las Palmas por 0-1.

Familiares de los dos aficionados detenidos se trasladaron hasta la sede de la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía, dode mostraron su indignación por los arrestos.