Transición energética
Dos activistas de Greenpeace se unen a los cuatro ya a bordo de una plataforma de Shell en Canarias
- La petrolera amenaza con multas y penas de cárcel
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La organización ambiental Greenpeace añadió este lunes dos activistas más a bordo de la plataforma de petróleo y gas que transporta un barco contratado por la multinacional Shell en altamar al norte de la costa de Canarias después de que la petrolera haya amenazado a la ONG con multas y penas de cárcel.
Cuatro activistas de Greenpeace International subieron de forma pacífica el pasado martes 31 de enero al barco 'White Marlin', contratado por Shell para transportar su plataforma de 34.000 toneladas hacia el Mar del Norte.
Shell envió una orden judicial a última hora del pasado viernes en la que amenazaba con multas y hasta dos años de cárcel para los activistas -que se alimentan con víveres que llevaban encima en el momento del abordaje-, pero Greenpeace intensificó hoy su protesta con otros dos activistas que lograron subir al buque contratado por la multinacional.
Se trata de una orden judicial otorgada ‘ex parte’, lo que significa que Greenpeace no recibió notificación previa ni la oportunidad de ofrecer una defensa y lo cual, según esta organización, “socava la equidad del proceso legal”.
El requerimiento estipulaba que los cuatro activistas a bordo de la plataforma de petróleo y gas debían acordar un plan con el capitán del 'White Marlin' para desembarcar de manera segura y que el barco 'Sea Beaver', con bandera del Reino Unido, y el 'Arctic Sunrise', con bandera holandesa, así como el resto de sus botes deben permanecer fuera de una zona de exclusión de 500 metros alrededor del 'White Marlin'. El trimarán 'Mérida' y otros dos botes pequeños no fueron incluidos en la solicitud de medida cautelar.
La organización medioambiental exigió a Shell que “deje de expandir la producción de petróleo y gas en todo el mundo, que asuma su responsabilidad en la crisis climática y que pague por la destrucción que está provocando”.
GANANCIAS RÉCORD
Alrededor de las 9.00 horas de este lunes, el trimarán 'Mérida' -fletado por Greenpeace- y otros dos botes se acercaron hasta el buque de carga pesada 'White Marlin'. No obstante, un barco-escolta, propiedad de Boskalis -empresa contratada por Shell para el transporte de la plataforma petrolera- permanecía cerca de los activistas, según la ONG.
Dos escaladores de Greenpeace International (Pascal Havez, de Francia, y Silja Zimmermann, de Alemania) usaron cuerdas para acceder al barco contratado por Shell desde el 'Suzy Q', un pequeño bote propiedad de la organización medioambiental.
Se unieron así a los otros cuatro activistas a bordo de la plataforma (Carlos Marcelo Bariggi Amara, de Argentina; Yakup Çetinkaya, de Turquía; Imogen Michel, del Reino Unido, y Usnea Granger de Estados Unidos).
Otros tres activistas (Nonhle Mbuthuma, de Sudáfrica; Hussein Ali Ghandour, del Líbano, y Noa Helffer, de Italia) se sumaron a la protesta desde el 'Mérida', dando testimonio y enarbolando pancartas con el mismo mensaje de la acción del pasado 31 de enero: “Dejad de perforar. Pagad los daños”.
Todo esto ocurre cuatro días después de que Shell anunciara ganancias anuales récord de 39.900 millones de dólares (36.000 millones de euros).
TESTIMONIOS
Hussein Ali Ghandour, de Líbano, señaló desde el 'Mérida': “Procedo de una de las regiones más secas del mundo, que se está calentando dos veces más rápido que la media mundial. En todo Oriente Medio y el norte de África, las sequías, los incendios forestales, las inundaciones repentinas y otros desastres climáticos ahora son parte de nuestras realidades diarias, lo que agrava nuestros problemas sociales y económicos”.
“Son los grandes contaminadores como Shell los que han de cargar con las responsabilidades históricas de estos daños. El reloj de la justicia climática está en marcha y los contaminadores deben dejar de desarrollar nuevos proyectos de combustibles fósiles y pagar por las décadas de devastación que han causado en todo el mundo”, añadió.
La escaladora alemana Silja Zimmermann indicó: “No dejaremos que Shell nos silencie. El mundo necesita saber que Shell tiene planes para seguir calentando aún más el planeta, aumentando la devastación climática sin pagar un euro para reconstruir la destrucción que ya estamos viviendo: tenemos veranos cada vez más sofocantes, la falta de lluvia está destruyendo los bosques y afectando a los agricultores, y con las elevadas facturas de energía, cada vez es más difícil llevar comida a la mesa”.
“Comunidades enteras están expuestas al auge y caída de los volátiles mercados de petróleo y gas. Y en Alemania, por ejemplo, las inundaciones en 2021 mataron a 180 personas, con unos costes de reconstrucción de 30.000 millones de euros. Ya vale, ya es suficiente. Shell debe dejar de perforar y empezar a pagar”, apuntó.
Noa Helffer, de Italia, también desde el 'Mérida', recalcó: “Sabemos que la crisis climática está golpeando más fuerte a los países que tienen menos culpa y en Europa nos solidarizamos. Al crecer en Italia, a veces viví inundaciones que llegaban hasta la cintura y, por el contrario, ha habido momentos en los que no llovía durante meses y los agricultores solo obtenían cultivos secos. Las ganancias de Shell son nuestra pérdida. Es hora de hacer pagar a los que contaminan”.
La plataforma que ahora ocupan seis activistas es una pieza clave que permitirá a Shell trabajar en ocho nuevos pozos de gas y petróleo en el Penguins North Sea Oil, en el Mar del Norte. Quemar todo el petróleo y el gas de esta área generaría 45 millones de toneladas de CO2, más que las emisiones anuales totales de Noruega. Y entre 1965 y 2018, Shell ha sido responsable de 10 veces la contaminación por carbono de Filipinas, según Greenpeace.
(SERVIMEDIA)
06 Feb 2023
MGR/clc