En declaraciones a Servimedia, Manceñido insistió en que las normativas que regulan la donación altruista persiguen la seguridad de la trasfusión sanguínea "por encima de todo", y apuntó que en los cuestionarios que deben cumplimentarse antes de donar se apela a la responsabilidad personal para evitar contaminaciones.

Recordó que, en la década de los años 80, su federacón mantuvo conversaciones con los colectivos homosexuales, a los que dejaron claro que para esta organización la orientación sexual no es excluyente "y sólo lo sería si esta libertad implica prácticas de riesgo", dijo.

En España es el real decreto 100854, de 1993, el que determina las causas de exclusión de donantes de sangre y los criterios de interpretación de las pruebas de detección de agentes infecciosos.

Esta normativa ha sido actualizada por dos órdenes ministeriales (1996 y 1999), que, coo ejemplo, ampliaban la prohibición temporal o permanentemente a personas que hayan residido en el Reino Unido más 12 meses, por el peligro de transmisión del Creutzfeldt Jakob. Asimismo, quienes se han realizado un tatuaje o un "piercing" quedan excluidos como donantes durante un año.