Ferrer manifestó a Servimedia que aunque ahora se logre detener la entraa de lodos y el cauce del río Guadiamar al parque, "cada vez que haya una avenida en los próximos años, la contaminación que sufre el Guadiamar se liberará en Doñana".

Además, el director de la Estación Biológica de Doñana dijo que son muy altas las probabilidades de que los acuíferos situados en la zona del municipio de Aznalcázar, que abastecen a las marismas, sufran filtraciones de sustancias contaminantes.

El científico recordó que los metales pesados tendrán efectos muy graves sobre los ecosstemas y la fauna del parque y su entorno, ya que afectan al sistema reproductor de las aves, provocando una pérdida de fertilidad.

Miguel Ferrer indicó que la zona más afectada por la contaminación acoge en invierno una gran cantidad de aves acuáticas que se desplazan hasta la vega del Guadalquivir.

A su juicio, el vertido de la empresa Boliden constituye uno de los mayores desastres ecológicos registrados en las marismas del Guadalquivir y el parque nacional en toda su historia.