La analítica se efectuó sobre las muestras de sedimentos que recogió la tripulación del buque "Sirius" en el cauce del Guadiamar el pasado mes de noviembre.

Según la organización ecologista, los niveles de algunos metales pesados, como el talio, el arsénico, el cadmio, el plomo, el cobre y el zic, superan significativamente los valores ecotoxicológicos aceptables, lo que impide la recuperación del río Guadiamar.

Para Pablo Mascareñas, portavoz de Greenpeace, "el alto grado de contaminación remanente en este río se explica por el hecho de que hasta ahora la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir no ha limpiado el lecho del Guadiamar".

A juicio de Mascareñas, "el retraso de las tareas de limpieza implica la extensión de la contaminación en superficie y subterránea del ecosistema de Dñana y el estuario del Guadalquivir".