Según señalaron hoy fuentes de la Clínica Universitaria de Navarra, el conde de Barcelona pasó la noche tranquilo, leyó la prensa y despachó con su ayudante personal, el capitán de navío Teodoro Deleste. Su estado continúa siendo estacionario y, de momento, la Clínica no hará público ningún parte médico sobre su estado de salud.

l portavoz del centro sanitario, José Ramón Unzué, reiteró a Servimedia que el equipo médico que atiende a Don Juan no emitirá partes médicos mientras no se registren cambios significativos en la evolución de su enfermedad, un cáncer de laringe que le fue detectado en 1980 en el Memorial Hospital de Nueva York.

Para las próximas horas no está prevista ninguna visita de miembros de la familia real, aunque, según indicaron fuentes de la Casa Real, los viajes a Pamplona de los reyes y de sus hijos serán ás frecuentes a partir de ahora. Don Juan Carlos ha querido dar un carácter más privado a estas visitas, por lo que se ha prohibido la entrada en el interior del centro a reporteros gráficos y cámaras de televisión.

En los últimos días, el conde de Barcelona ha recibido centenares de cartas procedentes de todo el Estado en las que ciudadanos particulares e instituciones públicas y privadas manifiestan su apoyo y su testimonio de afecto.