DON JUAN DE BORBON. LA FAMILIA REAL Y LAS MAS ALTAS AUTORIDADES DEL ESTADO DIERON SU ULTIMO ADIOS A DON JUAN EN EL PALACIO REAL

MADRID
SERVIMEDIA

La Familia Real, la nobleza, el Gobierno en pleno y representantes de las más altas instituciones civiles y militares del Estado rindieron hoy su último adiós en el Palacio Real de Madrid al conde de Barcelona, don Juan de Borbón, antes de su entierro en el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial.

Las honras fúnebres tributadas a don Juan con rango de jefe de stado comenzaron pasadas las once de la mañana, con una misa "corpore insepulto" oficiada por el capellán real, arzobispo castrense José Manuel Estepa.

Durante la homilía, el capellán exaltó la entrega por España que brindó el difunto durante toda su vida y la "encrucijada" que tuvo que atravesar por ello.

"Su conciencia le adentró por caminos de sacrificio de y de cruz, que no quiso esquivar(...) Aceptó vivir en expropiación y servicio, que no es fracaso, sino afán de plenitud interior", afirmó l arzobispo.

En el oficio fúnebre, que duró poco más de una hora, se interpretaron diversas piezas de música clásica, entre ellas el "Kirie" de Mozart y el "Requiem" de Martini. Numerosas coronas llegadas de los cinco continentes bordeaban la escalinata real de acceso a la sala en la que se celebró la misa.

Al término del oficio, el regimiento completo de la Guardia Real y batallones de los tres ejércitos rindieron honores militares a don Juan en el Patio de Armas del Palacio.

En este patio e instalaron tres tribunas: la primera, para la Familia del Rey y la Familia Real (nobleza y Consejo Privado de don Juan), la segunda, para las autoridades civiles (Gobierno en pleno, presidentes autonómicos y de las principales instituciones del Estado, representantes de los partidos políticos, y el nuncio apostólico, monseñor Mario Tagliaferri), y la tercera para la prensa.

Acompañado de una marcha fúnebre, el armón de Artillería con el cuerpo de don Juan salió pasadas las doce del mediodía al Patiode Armas, tirado por seis caballos y acompañado de diez guardias alabarderos con sable a la funerala en señal de duelo.

Flanqueando el armón desfilaron también los cuatro jefes del Estado Mayor y los dos militares de alto rango de más antigüedad, el capitán general de Barcelona, teniente general Chamorro, y el almirante Regalado.

Siguiendo al armón iban los tres cojines con las condecoraciones del difunto (Toisón de Oro, Carlos III y Tres Cruces Militares).

A continuación marchó el rey don Jan Carlos, en solitario, vestido con uniforme de gala de la Armada, y seguido a escasos dos metros por el príncipe Felipe, con el mismo uniforme.

Tras el monarca y el heredero desfilaron también hasta el centro del Patio de Armas el jefe de la Casa de don Juan, duque de Alburquerque; el jefe de la Casa del Rey, Fernando Almansa; el jefe de Protocolo de la Casa del Rey, Ricardo Martí-Fuxá, y el jefe del Cuarto Militar del Rey, Fernando Poole.

Acto seguido, el regimiento de la Guardia Real interpreó el himno nacional, la bandera española saludó al ferétro y se lanzaron 21 salvas de ordenanza, estos dos últimos actos reservados para los reyes.

El féretro, tras desfilar ante los batallones de los tres ejércitos, fue trasladado al furgón fúnebre, desde donde sería posteriormente transportado al Monasterio de El Escorial.

En el interior del Patio de Armas se habilitó un espacio para el público, donde asistieron a los actos fúnebres alrededor de unas 200 personas, la mayoría de ellas congregada desde varias horas antes.

Los familiares, miembros de la Familia Real y personalidades civiles y militares que rindieron el último homenaje a don Juan guardaron unánimemente las más estrictas normas de protocolo reservadas para estas ocasiones.

Vestidos de riguroso luto, desde las diez y media de la mañana llegaron al Palacio Real las más importantes personalidades de la Familia Real y de la nobleza española. Entre las caras más conocidas de la alta nobleza figuraban la duquesa de Alba y el cond de Lequio.

Entre las autoridades civiles, sólo rompieron la norma del frac entre los hombres el coordinador general de Izquierda Unida, Julio Anguita; y el portavoz del PNV en el Congreso, Iñaki Anasagasti.

El Gobierno estuvo representado por el presidente, Felipe González, y todos los ministros. De los presidentes autonómicos sólo faltó el jefe del Ejecutivo gallego, Manuel Fraga. Según la jefa de Prensa de la Casa Real, Asunción Valdés, Fraga excusó su ausencia ante la Casa del Rey y no enviónadie en su representación por no considerarlo procedente. Fraga se ha comprometido a estar presente en las honras que se celebrarán el próximo miércoles.

Además de Anguita y Anasagasti, asistieron en representación de los partidos José María Benegas (PSOE), José María Aznar (PP), Rafael Calvo Ortega (CDS) y Joaquín Ferrer (CiU).

En la tribuna de autoridades estuvieron también presentes los ex presidente del Gobierno Leopoldo Calvo Sotelo y Adolfo Suárez.

(SERVIMEDIA)
03 Mar 1993
JRN