El primer accidente ocurrió a las seis menos cuarto de la mañana, dentro del casco urbano de Logroño, y en él murieron tres jóvenes que viajaban en un turismo que chocó frontalmente con un autobús de servicio regular. El suceso tuvo lugar en el interior de un túnel subterráneo, en una ronda de circunvalación de la ciudad.

Las tres víctimas de este siniestro son Tomás Trapero Martínez, de 22 años; Rocío Becerril García, de 20, y María Carega Arizmendi, de 21.

El segundo accidente se produjo a las diez de la mañana, en la N-120, término de Nájera, donde colisionaron un R-12 y una furgoneta Citroën C-15. Los dos ocupantes de la furgoneta murieron en el acto. Se trata de Yolanda Ramírez Cenzano, de 42 años, y Salomé Gallo Merino, de 77.

La crónica negra del domingo finalizó con el atropello en la N-111 de un ciclista que resultó herido grave, al ser alcanzado por un vehículo de nacionalidad holandesa, y la colisión de un turismo con atrícula de Bilbao contra un autobús matriculado en Logroño, en la N-232, en el término municipal de Agoncillo. Este siniestro se saldó con dos heridos graves.