La cita llega después de que el Gobierno prorrogara el SMI en 965 euros por 14 pagas en el último Consejo de Ministros del año 2021, a la espera de que concluyera el proceso de aprobación de la reforma laboral y tras los “intensos” meses de negociación entre el Ejecutivo y los agentes sociales para pactar dicho texto.

El pasado ejercicio, el SMI también fue prorrogado y se mantuvo así durante ocho meses, pese a que la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, insistió reiteradamente en la necesidad de subir el SMI “cuanto antes” para mejorar las condiciones laborales de los trabajadores “más “precarios” y que no están acogidos a ningún convenio.

El alza de este indicador no llegó hasta septiembre, cuando el SMI se incrementó los cuatro últimos meses de 2021 en 15 euros, de forma que pasó de 950 euros al mes a los 965 actuales.

Esta decisión fue adoptada con el apoyo de los sindicatos CCOO y UGT pero sin el respaldo de la CEOE, que defendía que no era el “momento” adecuado por la “situación” en la que todavía se encontraban las empresas.

De cara al futuro, tanto Díaz como otros ministros del Gobierno mantienen el compromiso del Ejecutivo de que esta retribución mínima alcance antes del final de la legislatura el 60% del salario medio en España.

HASTA LOS 1.000 EUROS

Por ello, los sindicatos UGT y CCOO coinciden en exigir que, “con inmediatez”, el SMI se eleve este año hasta los 1.000 euros y piden que en 2023 llegue a los 1.063.

En este sentido, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, aclaró en los últimos días que no se dirigen a "un proceso de negociación”, sino que la ley lo que prevé son “consultas” con los agentes sociales.

En cuanto a la posición de la CEOE, el líder sindical sostuvo que la patronal “va a decir que no” a elevar a 1.000 euros el SMI, si bien explicó que “tampoco hay que extremar la necesidad de que en todos los temas tengamos que estar de acuerdo”. De hecho, manifestó que “parece razonable” que la patronal se oponga porque “defiende unos intereses determinados”.

Precisamente, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha afirmado que ve “complicado” que el SMI se eleve este año hasta los 1.000 euros, porque “puede haber una contracción importante del empleo”.

Aunque pidió esperar a la reunión del lunes, Garamendi destacó que el SMI alcanza ya el salario medio de su territorio en ocho comunidades, aunque explicó que con eso no se refiere a que no tenga que existir el SMI homogéneo en toda España.

EL SÉPTIMO MÁS ELEVADO

Según los datos de Eurostat, la oficina estadística de la Unión Europea, el SMI de España es el séptimo más elevado de la UE y ocupa el octavo puesto en cuanto al poder adquisitivo que garantiza a los trabajadores que cobran esta remuneración.

En total, 21 de los 27 Estados miembros cuentan con salario mínimo. Solo Dinamarca, Italia, Chipre, Austria, Finlandia y Suecia no han establecido este indicador por ley.

De los países con SMI, 13 de ellos, ubicados en el este y el sur de la UE, tenían salarios mínimos a fecha 1 de enero inferiores a 1.000 euros al mes: Bulgaria (332 euros), Letonia (500), Rumanía (515), Hungría (542), Croacia (624), Eslovaquia (646), República Checa (652), Estonia (654), Polonia (655), Lituania (730), Grecia (774), Malta (792) y Portugal (823).

Por su parte, Francia (1.603 euros), Alemania (1.621), Bélgica (1.658), Países Bajos (1.725, Irlanda (1.775) y Luxemburgo (2.257) se situaron por encima de los 1.500 euros.

Solo Eslovenia (1.074 euros al mes) y España (1.126) se situaron en la horquilla que oscila entre los 1.000 euros y los 1.500 euros al mes por 12 pagas, aunque en España el SMI se perciba generalmente en 14 retribuciones, lo que hace que cada una de ellas sea de 965 euros.

En cambio, si se pondera el salario mínimo bruto de cada Estado con el coste de la vida, los países con el SMI más bajo ven como este indicador crece en líneas generales, al tiempo que los más elevados caen. Así, se recortan las diferencias, ya que la retribución mínima legal establecida oscila entre los 604 euros de Bulgaria y los 1.707 de Luxemburgo, mientras que sin tener en cuenta este factor la variación se amplía entre los 332 y los 2.257 euros, respectivamente.

En el caso de España, el SMI es el octavo más elevado en poder de compra, por lo que el país retrocede una posición en comparación con la cuantía bruta. Se sitúa por detrás de Eslovenia y por delante de Polonia, que ocupan los puestos séptimo y noveno, respectivamente.