El "día de las banderas" de las fiestas de la Semana Grande bilbaina comenzó, hacia las 10 de la mañana, con los incidentes habituales en los últimos años, después de que en la casa consistorial de la capital vizcaína se colocaran las tres banderas oficiales: la de la villa, la ikurriña y la española.

En protesta contra esta última enseña, un grupo de jóvenes radicales comenzaronlos enfrentamientos con los efectivos de la Policía Autónoma Vasca que se encontraba vigilando el exterior del Ayuntamiento. Este es el cuarto año en que la "Ertzaintza" se encarga de la seguridad durante las fiestas de Bilbao.

Momentos antes de que comenzasen los altercados, agentes de la Brigada Provincial de Información detuvieron a tres personas que confesaron que acudían para participar en los incidentes que se producirían poco después en el Arenal bilbaino. Los jóvenes fueron arrestados en la cale Iturribide, donde, al intentar identificarles, opusieron resistencia, según informó el Gobierno Civil de Vizcaya.

Tras un registro de las mochilas que portaban, la policía les requisó dos tirachinas de grandes dimensiones, una capucha y ropas para cambiarse después de los incidentes. Los tres detenidos son Oscar Pérez, de 19 años; Jon Ander Concello, de 18, e Ibón Pérez, de 16.

Por su parte, la Policía Autónoma Vasca efectuó nueve detenciones, sin que por el momento se conozca la identidad de os arrestados. Durante los enfrentamientos varias personas resultaron heridas, entre ellas un "ertzaina" que recibió una pedrada en la boca, lo que le provocó la rotura del labio y de algunos dientes, según el gabinete de prensa de la policía vasca.

Los manifestantes lanzaron objetos contundentes contra los agentes, como rodamientos, bolas de acero, canicas y cohetes con clavos en su interior.

Ante la presencia policial, el aproximadamente medio millar de radicales se manifestaron por las calles e Bilbao encabezados por una gran "ikurriña" hasta la entrada del recinto festivo. Los congregados corearon consignas a favor de ETA y de la bandera vasca y en contra de la enseña española.

Aunque después de la manifestación parecía que la normalidad había vuelto al recinto festivo bilbaino y cuando el tráfico fue restablecido y el servicio de limpieza comenzó su trabajo, pequeños grupos de jóvenes continuaron con los disturbios.