El estudio muestra que, en 1991, la tributación de los dividendos alcanzaba en España un máximo del 64 por ciento, un 5 por cien más alta que en la media de la CE, y sóloera menos gravosa que en Holanda, Dinamarca y Luxemburgo.

Esa imposición era el resultado de la aplicación conjunta del tipo del 35 por ciento en el Impuesto de Sociedades y el tipo máximo del IRPF, del 56 por cien, corregido este último con una deducción en la cuota del 10 por cien.

Según el estudio, sólo tres países comunitarios corrigen totalmente la doble imposición de los dividendos por el IRPF y el Impuesto de Sociedades, que son Alemania, Italia y Grecia, con lo que su fiscalidad resulta l más baja de la CE.

En este aspecto, España, a pesar de las reiteradas críticas al sistema aplicado, figura en un lugar intermedio, ya que atenúa la doble imposición en un 42 por ciento, menos que los tres países antes señalados y que Francia, Reino Unido e Irlanda, pero más que Dinamarca, Portugal, Bélgica, Holanda y Luxemburgo.

De cara al futuro inmediato, el estudio señala que la reducción de los tipos máximos del IRPF prevista para los próximos años (al 53 por cien para la renta de 1992 y al 0 por cien en 1993), disminuirá la carga fiscal de los dividendos al 0,61 por cien. Esa cifra estará más próxima a la media de la CE, pero aún seguirá por encima, en dos décimas.

Según los expertos del IEF, la libre circulación de capitales plantea la posibilidad de una disminución en la tributación de dividendos que haga el sistema fiscal español más competitivo, pero esa medida "conllevaría pérdidas recaudatorias que es necesario considerar".

En la mayoría de los últimos ejercicios, la deducció en cuota del IRPF por la doble imposición de dividendos ha representado menos de un 1 por ciento de la cuota íntegra del IRPF, lo que en 1989 suponía un total de 26.079 millones de pesetas.

De introducirse variaciones, el coste se elevaría. Las primeras estimaciones realizadas por el IEF cifran en unos 25.000 millones de pesetas el coste recaudatorio de elevar del 10 al 20 por ciento el porcentaje de deducción en la cuota del IRPF y en unos 51.000 millones el establecimiento de un sistema de imputacin total.

PRESERVAR LA ESTABILIDAD

En todo caso, los expertos del IEF advierten también que "las pérdidas recaudatorias y las ganancias extraordinarias de los propietarios de acciones no son los únicos argumentos en contra de un aumento en el grado de corrección de la doble imposición, a ellos se unen los costes que toda modificación del sistema tributario conlleva al alterar su estabilidad".

Como conclusión, el IEF señala que "la tributación total de dividendos en España no se aleja sustancialmnte de la media comunitaria, a la que se irá acercando paulatinamente con la reducción de los tipos marginales máximos aprobada para los ejercicios 1992 y 1993".