DÍVAR PIDE A LOS CIUDADANOS QUE MANTENGAN SU CONFIANZA EN LA JUSTICIA - Advierte de que "los criterios personales" del juez nunca pueden interferir en sus decisiones
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El nuevo presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Dívar, pidió hoy a la sociedad española que no pierda la "confianza" en la justicia y prometió luchar por un Poder Judicial más abierto a los ciudadanos.
Dívar hizo esta promesa en el discurso pronunciado esta tarde durante el acto de Apertura del Año Judicial celebrado en la sede del Alto Tribunal ante la presencia del Rey.
En este discurso, el primero que pronuncia como presidente del Tribunal Supremo, Dívar quiso lanzar a la sociedad española un mensaje de "confianza" en los tribunales de justicia y en la labor de los jueces.
En este sentido, aseguró que España goza de una "judicatura competente y eficaz" y añadió que los jueces han trabajado y luchado mucho "para dar forma al derecho de raíces democráticas" que tenemos en la actualidad.
Aún así, abogó por "redoblar esfuerzos" en el ámbito de las relaciones institucionales y con el ciudadano para que la justicia siga siendo un servicio público.
"Volquemos esfuerzos en conseguir una administración de Justicia que escuche las quejas y las sugerencias de los usuarios, que sea responsable ante ellos", indicó Dívar.
Su objetivo al frente del Consejo y del Tribunal Supremo es conseguir "una justicia moderna y abierta, transparente, comprensible y atenta con el ciudadano y protectora de los más débiles".
HUMILDAD Y PRUDENCIA
Al inicio de su discurso, que estuvo precedido por la intervención del fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, Dívar dijo asumir su nueva posición con "humildad y con prudencia en mi corazón".
Antes de nada, el nuevo presidente del Tribunal Supremo tuvo un recuerdo para el brigada Luis Conde, asesinado el pasado 21 de septiembre por ETA.
Dívar quiso transmitir su solidaridad a la familia del militar asesinado y destacó "su ejemplar entereza en los momentos difíciles"
"Después de tantos años en la Audiencia Nacional, no me acostrumbro al sufrimiento de las víctimas y su pesar es algo que me acompaña siempre", señaló.
Por otro lado, y antes las críticas recibidas por sus creencias religiosas, Dívar quiso dejar claro su convencimiento de que "los criterios personales del juez no pueden emerger en el espacio público".
Por otro lado, explicó que, para él, es "un inmenso honor" asumir la presidencia del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y del Tribunal Supremo.
RETOS DE FUTURO
Dívar advirtió de los "importantes retos" que deberá afrontar la Justicia a raíz de las reformas legislativas anunciadas por el Gobierno y que llevarán a cabo "muchas y relevantes" transformaciones.
Dentro de estas novedades, destacó la necesidad de completar la implantación del nuevo modelo de oficina judicial y el "pleno desarrollo" de las nuevas tecnologías en los procedimientos judiciales.
"Es necesaria una oficina judicial con objetivos claros, con una gestión profesionalizada, que valore y utilice la capacidad de los funcionarios, que sea un instrumento útil al juez y transparente al ciudadano", afirmó.
También destacó la importancia que tendrá la anunciada reforma del procedimiento penal, un cambio normativo que tendrá que definir "el perfil estructural del proceso penal para el siglo en el que nos encontramos y el papel que en él corresponde al Ministerio Fiscal".
Dívar dijo que no se puede obviar que el pluralismo y la diversidad política actual provoca que la "racionalidad" en las leyes "no se logre únicamente en el momento de su producción normativa, sino que necesita indefectiblemente del momento de la aplicación".
Dívar acabó su discurso parafraseando al primer presidente del CGPJ de la democracia, Federico Carlos Sainz Robles, asegurando que "es la hora de la Justicia".
(SERVIMEDIA)
29 Sep 2008
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