LA DISCIPLINA DEL SME CONTRIBUYO A MEJORAR LA COMPETITIVIDAD DE ESPAÑA, SEGUN ECONOMIA
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La integración de la peseta en el Sistema Monetario Europeo (ME) a mediados de 1989 ha contribuido a frenar el deterioro de la competitividad exterior de la economía española, según un informe difundido por la Dirección General de Previsión y Coyuntura del Ministerio de Economía.
El informe, titulado "La peseta antes y después de su integración en el SME", compara la evolución de la competitividad de la economía española entre 1983 y 1991 y muestra que ha sido la disciplina cambiaria y no las devaluaciones de la peseta las que contribuyeron a mejorarla.
Dehecho, la competitividad exterior de la economía española, medida por los precios de producción, cayó un 14,8 por ciento entre 1983 y julio de 1989, mientras que sólo lo hizo en un 0,3 por ciento a partir de esta última fecha, coincidiendo con la entrada de la peseta en el SME, y diciembre de 1991.
El informe recalca que las depreciaciones de la peseta entre 1983 y 1986, que fueron de un 12 por ciento frente al conjunto de la OCDE, no impidieron una caída del 11 por ciento en la competitividad, ya quelos precios crecieron todavía más.
Por contra, "durante la etapa en que la peseta ha estado sometida a la disciplina cambiaria del SME, la economía española no ha experimentado pérdidas significativa de competitividad externa".
INUTILIDAD DE LAS DEVALUACIONES
La conclusión que sacan los expertos de la Dirección General de Previsión y Coyuntura es que las devaluaciones son inútiles para mejorar la competitividad "sobre todo en un economías con un grado relativamente elevado de indicación salaria y de apertura al exterior como la española".
A su juicio, el incremento de la competitividad debe provenir de la modernización y ampliación de los medios de producción de las empresas "y de una moderación de los costes laborales unitarios, los cuales han de acompasarse al ritmo de los países competidores".
Para estos expertos, "la eliminación de las tensiones inflacionistas que padece la economía española es, por tanto, la única vía para mantener la competitividad, especialmente una vez que la pseta entre a formar parte de la banda estrecha de fluctuación del SME, lo cual ha de instrumentarse antes de enero de 1984 si no se quiere perder el tren de la Unión Económica y Monetaria".
Por otra parte, el informe considera que la fortaleza de la peseta dentro del SME no obedece únicamente a la demanda de pesetas provocada por los mayores tipos de interés existentes en España.
En su opinión, también obedece a "la percepción de los agentes externos de la superior tasa de rentabilidad de las invrsiones productivas en relación a otros países, en un contexto por otro lado de elevada estabilidad política y social y de creciente credibilidad de la política económica".
A su juicio, esa credibilidad se habrá visto reforzada por la liberalización de movimientos de capital a partir del pasado 1 de febrero y por los progresos realizados en la cubre comunitaria de Maastricht respecto a la definición del proceso de convergencia hacia la unión económica y monetaria.
(SERVIMEDIA)
10 Feb 1992
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