Ante una delegación del Consejo Español de Representantes de Minusválidos (CERMI), que visita oficialmente Bruselas, Manuel Marín manifestó que no es "partidario de devolver a la sociedadla resonsabilidad en cuestiones de solidaridad; la responsabilidad en cuestiones sociales es pública".

"La no discriminación es obvia, pero el problema de los minusválidos debe seguir bajo un ordenamiento en el que el poder público debe estar muy presente", añadió el comisario europeo.

Los representantes del CERMI explicaron al comisario los avances del movimiento español de minusválidos y presentaron un plan de empleo para personas discapacitadas y varias publicaciones de la fundación ONCE, entr las que destacan un "Código Europeo de Discapacitados" y "Las estructuras del bienestar".

Respecto al debate sobre el futuro modelo del estado del bienestar social que se suscitará en Europa, Manuel Marín no se mostró partidario de ir a un modelo único dadas las diferencias de las sociedades, sino de unas "reglas de encuadramiento general", de lo que se podrían llamar normas de facilidad (mejorar aceras, semáforos con señal sonora, etc).

El vicepresidente ejecutivo de la Fundación ONCE y coordindor del CERMI, Rafael de Lorenzo, afirmó que "no se puede mantener un estado de bienestar social omnipresente, porque es difícil de financiar y habrá que ir a un modelo en que se preserve una serie de prestaciones y de derechos consolidados que tienen un cierto carácter constitucional, que están en las raíces de la cultura europea, que no se deben alterar porque se produciría una ruptura de la estabilidad en Europa".

Manuel Marín hizo un balance de sus once años como comisario europeo y subrayó que "l evolución de conciencia y el trato de los problemas de los minusválidos ha tenido un incremento de atención política y pública".