Según fuentes del Hospital Central de Asturias, lugar donde se han probado estos bastones, el sistema puede adaptarse a unas muletas normales, dado que la pieza de amortiguación va embutida entre los dos tubos que la componen y aprovecha los aujeros de regulación de altura para un doble enganche, lo que proporciona al sistema la posibilidad de una cierta movilidad.

El test de utilidad de estos bastones se ha realizado en el departamento de Traumatología del Hospital Central de Asturias, en Oviedo. Los propios pacientes han podido comprobar la comodidad de estas muletas, aunque las mejores impresiones han venido de los propios traumatólogos, que han destacado la gran cantidad de lesiones asociadas al uso de las muletas tradicionales que el istema de amortiguación puede evitar.

Esta es una ventaja que, próximamente, también se podrá adaptar al bastón canadiense (las clásicas muletas con apoyos en las axilas) e incluso Jorge Rehberger ha patentado un sistema de amortiguación por gas, que es igualmente cómodo pero mucho más caro que el de muelles.

A finales de este mes se pondrán en el mercado 500 pares, adaptados sólo para personas que pesen más de 60 kilos, para efectuar un estudio definitivo antes de la comercialización en masa.

Con cada par de bastones se entregará un completísimo cuestionario para que el paciente revele su lesión, su peso, su edad y si es la primera vez que utiliza unas muletas, así como sus impresiones sobre el novedoso sistema.