Esta normativa modifica algunos artículos del Plan Nacional de Formación e Inserción Profesional, a fin de homologar las especialidades formativas impartidas por centros que colaboren con el Instituto Nacional de Empleo (Inem).

Las especialidades formativas para discapacitados "dispondrán de contenidos formativos y especificaciones técnico-docentes propias, que en su caso podrá traducirse en un número mayor de horas de formación y un número de alumnos por módulo inferior" al resto de los casos. La orden aclara que se atenderán las necesidades específicas derivadas de discapacidades físicas, psíquicas o sensoriales. Pone como ejemplo que los alumnos sordos contarán con intérpretes del lenguaje de signos y que el material que se utilice se adaptará a deficiencias visuales parciales o totales.

Asimismo, los discapacitados tendrán prioridad de acceso a estos cursos, al igual que las mujeres mayores de 45 años, los parados de larga duración, los beneficiarios de prestaciones por desempleo y ls personas con cargas familiares.

Esta normativa también homologa las nuevas especialidades formativas relacionadas con los nuevos yacimientos de empleo, entre las que incluye los servicios a domicilio a discapacitados, mayores y jóvenes con dificultades.