López Valdivielso hizo esta petición en una conferencia ofrecida en el Club Siglo XXI titulada "Democracia y seguridad en la España del próximo siglo", que fue presentada por el vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía, Rodrigo Rato.

En su intervención, el director de la Guardia Civil alertó sobre el psible deterioro de la seguridad a la que se tendrá que enfrentar la Europa del próximo siglo y afirmó que todas las reformas de los sistemas policiales tienen que hacerse bajo la premisa de que "la seguridad del Estado debe estar al servicio de los ciudadanos, no los ciudadanoa al servicio de la seguridad del Estado".

Desde su punto de vista, tres son las amenazas fundamentales que deben preocupar a los gobiernos: la inestabilidad política en el entorno estratégico de la UE, la pérdida de cohesión socal y la vulnerabiliad que supone para los ciudadanos el uso intensivo de nuevas tecnologías.

López Valdivielso vaticinó una creciente "inestabilidad" y "conflictividad" en áreas como el Este europeo, Africa y el Cáucaso, que lindan con las fronteras de Europa, y que tendrá "efectos negativos" sobre la seguridad interior de los países de la UE.

Crecerá, por tanto, el tráfico de drogas, el contrabando, la emigracion ilegal y, sobre todo, se consolidará el asentamiento de tramas organizadas de delinuentes y el proceso de internacinalización del crimen.

En segundo lugar, la crisis de la familia, la fragmentación de la sociedad y el creciente flujo de inmigrantes puede aumentar el riesgo de "fractura social", que estimulen "explosiones de violencia juvenil" y alimenten conflictos sociales graves.

Finalmente, el responsable del instituto armado citó la creciente vulnerabilidad de los ciudadanos ante el uso de nuevas tecnologías y la necesidad de proteger las redes de comunicación.

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Para conjurar esos peligros, las sociedades europeas deben afrontar, según López Valdivielso, una redefinición del propio concepto de seguridad, la creación de un auténtico espacio de libertad, seguridad y justicia en la UE, la modernización de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y la reforma del sistema policial.

Según Valdivielso "la política de seguridad no puede seguir siendo una política policial", sino más bien un concepto multidisciplinar que ponga el acento en la prevención y ue tenga en cuenta aspectos de la educación, la asistencia social, el empleo, la sanidad, el ocio y el urbanismo, entre otras facetas.

La internacionalización del crimen exige también la creación de un espacio común de libertad, seguridad y justicia dentro de la Unión Europea.

Para ello, es neceario acometer la modernización de las Fuerzas de Seguridad no pidiendo al Gobierno que "gaste más en seguridad" sino solicitando a los ciudadanos que "inviertan más en seguridad" porque ninguna otra materi es más rentable.

A su juicio, esta reforma no podrá hacerse con la actual estructura presupuestaria. Apostó, finalmente, por una descentralización del modelo policial, que signifique también un refuerzo en los mecanismos de cooperación entre Estado central y las comunidades autónomas.