EL DIRECTOR DE LA GUARDIA CIVIL DICE QUE ETA PUEDE SEGUIR MATANDO A PESAR DE LAS MEDIDAS DE SEGURIDAD

BARCELONA
SERVIMEDIA

El director general de la Guardia Civil, Luis Roldán, que presidió esta tarde los funerales por el cabo asesinado en atentado la pasada madrugada en Llica d'Munt (Barcelona), manifestó que "a pesar del despliegue de las fuerzas armadas en Bacelona con motivo de los Juegos Olímpicos, ETA todavía puede hacer más atentados".

Para Roldán, no hay duda de que los dos atentados cometidos en las últimas horas en poblaciones cercanas a Barcelona son obra de ETA. El director general de la Guardia Civil dijo que la organización terrorista tiene infraestructura en Cataluña y "cuenta con posibilidades ciertas de cometer más atentados".

"No hay motivo para pensar que la escalada terrorista pueda terminar en los próximos meses", agregó el directorde la Benemérita.

El arzobispo de Barcelona, Ricard Maria Carles, indicó en la homilía que debe agradecerse a los diferentes cuerpos de seguridad "que soporten ser objeto de los terroristas". "Los catalanes sentimos hondamente que mueran en nuestra tierra hombres que vinieron a vivir entre nosotros solamente para servirla", añadió.

MILAGRO MORAL

Carles pidió también a Dios "lo que sería un auténtico milagro moral: la conversión, en sus pensamientos y en sus corazones, de quienes hacen tanto dañ siendo conscientes de que lo hacen e insisten inmisericordemente en el mal".

A los actos fúnebres por el cabo de la Guardia Civil Enrique Martínez Hernández asistieron, además de Luis Roldán, el consejero de Gobernación de la Generalitat, Josep Gomis; el presidente del Parlamento de Cataluña, Joaquim Xicoy; el gobernador civil de Barcelona, Ferran Cardenal; el delegado del Gobierno en Cataluña, Josep Martí Jusmet, y el alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall.

El féretro con el cadáver de Enrique artínez fue trasladado por representantes de los diferentes cuerpos policiales que hay en Cataluña desde la capilla ardiente, instalada en el primer piso del Gobierno Civil de Barcelona, hasta el Patio de Armas.

Los restos mortales del guardia civil serán incinerados mañana en el cementerio de Collserola de Barcelona. Enrique Martínez, natural de Linares (Jaén), de 30 años, estaba casado y tenía una hija de 2 años.

Su muerte se produjo poco después de la medianoche de ayer, al estallar un coche-bmba aparcado en una calle de la población de Llica d'Amunt (Barcelona), tras recibirse en el cuartel de la Guardia Civil de Montgat una llamada que, en nombre de ETA, avisaba sobre la explosión del automóvil.

La víctima del otro atentado cometido hoy en la provincia de Barcelona, Antonio José Martos Martínez, trabajaba en la construcción, concretamente en el polígono Can Casablanca de Sant Quirze del Vallès.

Martos, de 28 años, casado y padre de una niña de 6 años, murió, probablemente, al tocar l coche-bomba, que estaba aparcado en el túnel de la autopista de Barcelona a Terrassa, según informaron fuentes del Gobierno Civil de Barcelona.

(SERVIMEDIA)
19 Mar 1992
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