Alba expresó a los directivos de Gillette que el Gobierno andaluz se opone totalmente al cierre de una factoría que no es deficitaria y volvió a insistir en la necesidad de elaborar un plan industrial altrnativo.

Además, solicitó a la dirección de la multinacional dedicada a la fabricación de cuchillas de afeitar la máxima transparencia en la negociación con los 242 trabajadores de la factoría sevillana.

El dirigente autonómico exigió a los responsables de Gillette que mantengan constamente informado al Gobierno andaluz sobre los contactos que llevan a cabo para encontrar a un inversor que se haga cargo de las instalaciones de la planta de Alcalá.

La dirección de Gillette reiteró su pretensin de cerrar la fábrica y de ofrecer a los trabajadores un plan social que contempla unas indemnizaciones con un promedio de 68 días de salario por año trabajado.

El comité de empresa de Gillette continúa rechazando este plan social elaborado por la dirección hasta que no conozcan al nuevo inversor.