Casas ha destacado que este fallo del TSJA se basa en unos hechos que tuvieron lugar en 1991, cuando la zona marítimo terrestre aludida aún no se contemplaba "con la mínima claridad exigible" dentro del FRUG.

En este caso, la sentencia anuló las sanciones impuestas por la dirección de la reserva contra un grupo de pescadores deportivos por circular con vehículos a motor por dicha playa.

Varias organizaciones ecologistas han expresado su preocupación ante la posibilidad de que siga sin determinars con claridad si la playa de Doñana es un espacio protegido o no, al considerar que dicho lugar podría convertirse en un lugar de "romería" para vehículos todo-terreno.

Así se ha pronunciado el miembro del Patronato de Doñana y presidente de la Sociedad "Biosfera", Jesús Vozmediano, para quien es necesario que se extreme la vigilancia en el parque y sus inmediaciones, por temor a que el acceso incontrolado de personas, animales y vehículos pueda perjudicar a la conservación de la reserva.

Los pesadores a los que el TSJA ha dado la razón, vecinos de las provincias de Huelva, Cádiz y Sevilla, mantienen desde hace años un conflicto con la dirección del parque nacional sobre la legalidad o ilegalidad de acceder a una determinada zona de la playa de Matalascañas con vehículos a motor.