En su intervención en la Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados, Sáiz remarcó que "todas las acusaciones" que se vertieron sobre él "son un "cúmulo de falsedades que, amparadas desde el anonimato más deleznable, han buscado dañar" su "imagen y su honor", justo en el "momento" en que culminaba su mandato.

El jefe de los espías compareció por primera vez en la Cámara Baja desde su reelección al frente del CNI el 24 de abril, y la segunda en "abierto" en el Congreso, ya que fue llamado en la comisión de investigación del 11-M.

Normalmente, el director del CNI acude a la Comisión de Gastos Reservados del Congreso, cuyas reuniones son secretas.

Además, Sáiz lamentó que con estas acusaciones sobre su persona "han perjudicado una vez más" el centro y a los profesionales que allí cumplen su labor.

La comparecencia del secretario de Estado fue solicitada tanto por el Partido Popular, para "que informe sobre el origen de los fondos con los que sufragó las jornadas de caza y pesca en que participó tras los viajes al extranjero con motivo de encuentros relacionados con los servicios secretos", como por el propio Sáiz, para "informar de su actividad como director del Centro".

En este sentido, indicó que comparece ante la Cámara Baja porque no podía "dejar pasar" el asunto y tenía que "desmentir acusaciones" que iban "claramente dirigidas" contra su persona.

Sáiz ofreció a los parlamentarios información detallada sobre las obras en su vivienda. Señaló que, antes de que lo nombraran director -abril de 2004- se mudó con su familia a una casa que había adquirido años anteriores.

Con su nombramiento en abril, desde el centro le dijeron quela vivienda "no cumplía las medidas idóneas" para garantizar la seguridad y que debía trasladarse a un "pabellón de cargo". La construcción del mismo, explicó Sáiz, suponía un presupuesto elevado por lo que él decidió acondicionar su vivienda.

Explicó que el gasto de "securizar" su domicilio corrió por parte del presupuesto del CNI si bien, el resto de arreglos de su vivienda, cuyo importe se elevaba a 68.500 euros, "tienen caracter privado, las he encargado yo y las he pagado de mi bolsillo, y naturalmente cuento con las facturas y comprobantes", añadió. De hecho, Saiz dijo a los parlamentarios que traía las facturas por si querían verlas.

En cuanto al uso de fondos públicos para sus viajes, el director del CNI señaló que "jamás" ha cazado en Senegal, como se afirmaba en las acusaciones, y que en 2008 "no" estuvo en Mali, donde también se decía que estuvo practicando la caza.

El jefe de los espías sí reconoció que estuvo practicando una "actividad deportiva" en la ciudad mexicana de Cancún, al término de una jornada de trabajo, pero que el gasto de la misma corrió a cargo del anfitrión. De hecho, comentó que el entonces jefe de la inteligencia de México le remitió una carta en la que lamenta la "distorsión" que le ha causado para su persona esta práctica.

El director del CNI agradeció a los parlamentarios que le hayan brindado un "amparo" para aclarar los hechos, ya que "como ciudadano", sólo tenía la opción de denunciarlo en los tribunales y acudir a los medios de comunicación.

Sáiz reconoció que está "permanentemente preocupado" por la "imagen" del CNI y lamentó que tras estas acusaciones, "no queda nada bien" el servicio de Inteligencia español ni la "inmensa mayoría" de su personal.

Todos los grupos políticos agradecieron las explicaciones que había aportado y señalaron, salvo el PP, que por el motivo, esta comparecencia no debía de haberse producido. De hecho, ninguno de los diputados solicitó ver alguna de las facturas que Sáiz portaba como prueba de que había pagado los gastos derivados en su vivienda

Por su parte, el director del CNI agradeció a los presentes el "cariño" mostrado hacia su persona y hacia el trabajo de los miembros del Centro y que así lo difundirá. En este sentido, dijo que se iba "más animado y más motivado" tras el "reconocimiento" a la labor que realizan desde el CNI por parte de los parlamentarios.