En opinión de Llamazares, "que la Iglesia adopte posiciones de enfrentamiento con el Gobierno no puede enturbiar en absoluto la actitud del Ejecutivo, ni hacerla cambiar".

"El Estado", agregó, "a través de sus instituciones, Gobierno y Parlamento, decidirá sbre el problema y tendrá en cuenta las opiniones de todos los españoles, no sólo las de un colectivo, por muy importante que sea, como es el de los obispos".

El nuevo director general, que sustituye a Luis María de Zavala, afirmó en las mismas declaracioens a esta agencia, que no podía hacer ningún juicio de valor sobre el documento del aborto que la Conferencia Episcopal Española presentó días atrás, porque no lo había leido.

Sin embargo, señaló que "en una sociedad madura, no debemos alarmarnoscon este tipo de pronunciamientos, porque en definitiva nos encontramos con un colectivo, con un peso sociológico muy importante en España, que expresa su opinión sobre un asunto".

Para Llamazares, el documento, desde el punto de vista de la Iglesia, "es coherente con ella misma: no sólo pueden decir eso, sino que deben decirlo, porque se sienten obligados en conciencia a manifestar esas opiniones. Es una apreciación de la realidad que hay que respetar porque están en el ejercicio del derecho fundamenal de las libertades de conciencia y de expresión".

IMPULSAR EL DIALOGO IGLESIA-ESTADO

Llamazares, quién se reunió ayer con el ministro de Justicia Tomás de la Cuadra, dijo que entre las materias que a primera vista deberá abordar, figuran el impulsar el diálogo con la Iglesia Católica y cerrar los acuerdos iniciado en la etapa anterior con otros colectivos confesionales, como los protestantes o los israelitas.

También manifestó que las relaciones de los gobiernos socialistas con la Iglesia en os últimos diez años "independientemente de que haya habido altibajos, han sido positivas, algo en lo que yo en 1982 no hubiera confiado".

Sin embbargo, añadió que estas relaciones en los años pasados más recientes "probablemente han estado paralizadas en algún momento o ha habido menos reuniones o conversaciones que las necesarias. Pero se trata de la opinión de un observador".

Por ello, algunos de los objetivos fundamentales de su mandato serán "mantener cuidadosamente las relaciones; que haya n diálogo fluido, sincero, capaz de impulsar esos contactos, a través de los mecanismos que ya estaban previstos: el de la comisión mixta y el de la comisión de alto nivel o política (reunión de obispos con miembros del Gobierno)".

Finalmente, el nuevo Director General de Asuntos Religiosos, explicó a Servimedia que la Iglesia vive un proceso de modernización en relación con su estructura administrativa y que, a su juicio, "no siempre tiene un sentido coherente".

"Se trata", recalcó Llamazares, "e un proceso que tiende a secularizar a la Iglesia. Del mismo modo que en el pasado el derecho canónico influyó muy decisivamente en la conformación de los derechos seculares, tengo la impresión de que en la actualidad el derecho canónico mimetiza demasiado al derecho administrativo secular, con lo cual la imagen de la Iglesia pierde claridad en cuanto a lo que ella quisiera ser o dice querer ser".

Dionisio Llamazares Fernández, de 65 años de edad, casado y con tres hijos, es doctor en Derecho Canónic y catedrático de Derecho Eclesiástico del Estado en la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid, puesto que posiblemente abandonará.

Con anterioridad, fue decano de la Facultad de Derecho de Valladolid y presidente de las Cortes de Castilla y León en la anterior legislatura. Además, es procurador del citado Parlamento regional.