Tanto el presidente de la aseguradora, Miguel Geijo, como su consejero delegado, Jame Varela, y el empresario Adolfo Varón, ex director general de la compañía, disfrutan desde que ingresaron en Alcalá-Meco, hace una semana, de la "vista gorda" de los responsables para determinados aspectos del régimen interno.

El reglamento de la prisión, cuya aplicación es general para todos los internos, contempla la limitación de que los internos no puedan realizar llamadas telefónicas hasta transcurrido un mes desde el momento de su ingreso, aspecto transgredido por los tres encausados en el frade de las facturas falsas de IVA desde el primer día de su llegada al centro.

La actitud complaciente de la dirección ya ha motivado cierto malestar entre los demás internos del "módulo de ingresos" en el que están ubicados los detenidos, no tanto por las llamadas como por la facilidad con la que acceden a las visitas "vis à vis" con la familia y las condiciones en las que han sido colocados en sus celdas.

La información facilitada a Servimedia indica que los tres internos reciben practicamente tdos los días visitas de numerosos familiares con paquetes de comida y otros artículos de uso personal, con las facilidades del propio jefe de servicios, que recibe a las personas y las conduce a las salas de "bis a bis".

Fuentes consultadas por Servimedia para confirmar este extremo indicaron que uno de los casos más fragantes se produjo el pasado martes, festividad de la Almudena en Madrid, en la que acudieron a la prisión numerosos familiares de los detenidos en grupos de más de diez personas.

Aemás, los internos han sido ubicados sólos en celdas que habitualmente son ocupadas por dos personas, y cuyas dimensiones son mayores que las de capacidad para un sólo individuo. En Alcalá-Meco sólo hay cuatro módulos con este tipo de celdas, dos en la sección dedicada a cumplimiento de penas y otros dos para preventivos, en uno de los cuales están los tres inculpados por el fraude del IVA.