El encuentro, que finaliza hoy en Bruselas, ha estado dedicado a la situación política, económica y social a escala mundial, la prohibición de las pruebas nucleares, los problemas de las áreas metropolitanas y la democracia a nivel local, entre otras cuestiones.

Los tres textos adoptados por los representantes establecen, en primer lugar, la anulaión de la deuda pública de los países más pobres fuertemente endeudados. Dado que generalmente esta deuda se convierte en un auténtico obstáculo para el crecimiento económico de muchos países, se ha pedido la reunión urgente de los jefes de Estado y de gobierno, tanto de países acreedores como deudores, para acelerar lo más posible una solución al problema.

El segundo de los textos pide una acción parlamentaria que exija a todos los gobiernos la firma y la ratificación del Tratado de Prohibición Complta de Ensayos Nucleares adoptado por las Naciones Unidas en 1996, y ello antes de la celebración de la conferencia que tendrá lugar en el año 2000 para examinar el Tratado de No Proliferación.

El último documento confeccionado por los parlamentarios hace referencia a la necesidad de tomar medidas que refuercen la democracia a nivel local, lo que lleva consigo aplicar en un alto grado el principio de subsidiariedad. El texto también pide la aplicación de políticas de desarrollo urbano que se centren enel principio de igualdad de oportunidades para ambos sexos.