Durante la presentación del libro "Pasado, Presente y Futuro de las Cajas de Ahorro" del cual son coautores, ambos políticos manifestaron que sería "positivo" segregar los consejos de administración.

El objetivo sería evitar las interferencias políticas en las cajas de ahorros. "Aunque la actividad crediticia de las cajas de ahorros no debe contemplar ningún tipo de interferencia política ni de sesgo en la gestión, distinto del de cualquier entidad financiera privada, la obra social sí debe acomodarse a las necesidades de la ciudadanía en cada momento", afirma la publicación.

En este sentido, también sostienen que es "absolutamente reprobable" la interferencia de la política en la cuenta de pérdidas y ganancias. "Nos parece que hay que dar entrada a las instituciones en la obra social", señalan.

"Parecería razonable, en ese sentido, que los órganos rectores de las cajas de ahorro fueran diferentes a los órganos rectores de la obra social", sentencian.

Manuel Conthe ex presidente de la CNMV y presente en el acto de presentación de esta publicación calificó esta medida de "superrevolucionaria".

Vicente Martínez Pujalte explicó que sería "muy interesante" que las comunidades autónomas "no tuvieran la última palabra" en los procesos de fusión de las cajas, sino que las asambleas de las entidades puedan fijar sus estrategias "lo cual es mucho más profesional".

Por su parte, Jordi Sevilla defendió la necesidad de que las cajas de ahorros puedan contar con los instrumentos necesarios para reforzar su capital porque se pueden encontrar "faltos de aliento".

Según Sevilla, hay que tratar de que los bancos se parezcan más a las cajas y no al contrario, en referencia a la Obra Social.

FONDO BANCA

Con respecto al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob), Martínez Pujalte aseveró que lo "importante" es que el sistema financiero funcione correctamente, "y es obligación de todos".

"El Frob, un poco antes, hubiera sido más apropiado", apuntó el diputado popular, tras señalar que este instrumento no debe convertirse "en una manta para tapar a quienes lo han hecho mal".

Martínez Pujalte dijo que "ojalá" el Frob ayude, pero "no me gustaría que contribuyera a la creación de bancos regionales". En este sentido, añadió que el número de cajas de ahorros que no le gustaría que quedasen después de la reestructuración fuese 17, es decir, una por comunidad autónoma.

Por su parte, Sevilla dijo que el plan aprobado por el Gobierno es positivo porque forma parte de una estrategia más amplia para asegurar la sostenibilidad del sector financiero.

"Espero que nos permita salir de esta segunda vuelta de la crisis con una dimensión más acorde a los nuevos retos", apuntó, al tiempo que se mostró convencido de que en tres o cuatro años tendremos entidades "limpias de polvo y paja".

Para finalizar, puntualizó que espera que el Frob sirva para prepararse para el futuro y "no sólo para capear el temporal porque será útil pero insuficiente".