Castelao Bragaña, elegido diputado del PP en las recientes elecciones al Parlamento de Galicia, señala en la misiva que la supuesta incompatibilidad esgrimida por el Gobierno para justificar su cese "carece de fundamento legal". "No pueden crearse incompatibilidades donde no las hay", argumenta el escrito.

Además, Bragaña recuerda a Caldera que la responsabilidad que ha venido desarrollando durante los últimos 10 años tiene un carácter honorario, sin compensación económica alguna.

Según el parlamentario gallego, su cese supone un "atropello" en la medida en que se produjo sin consultar a los miembros del Consejo General de la Emigración.

Aunque el nombramiento y también el cese del presidente del Consejo General de la Emigración corresponde al ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, la normativa en vigor señala que debe efectuarse "previa consulta a los miembros que integran el Consejo. En todo caso, la persona cuyo nombramiento se proponga deberá contar con la aprobación de, al menos, la mitad más uno de los miembros del Consejo".

La carta firmada por el ya expresidente del Consejo General de la Emigración está también cargada de ironía. Uno de los párrafos finales señala, dirigiéndose expresamente a Jesús Caldera: "De usted, señor ministro, guardaré el recuerdo de aquellas entrevistas que, como portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados, concedía a la Comisión del Consejo en las que hacia aflorar sencillez, sensibilidad hacia los emigrantes y alto espíritu democrático. Cuánto puede cambiar a los hombres el ejercicio del poder, ¡Qué lamentable!".