Vidal votó a favor de una propuesta socialista que reclamaba la asunción de responsabilidades políticas de las personas implicadas en escándalos de corrupción, en alusión al presidente del Grupo Parlamentario Popular, Gabriel Cañellas, y el consejero de la Función Pública, José Antonio Berastáin, ambos imputados en el caso del únel de Sóller.

La diputada mallorquina votó también a favor de dos propuestas presentadas por Izquierda Unida y los nacionalistas del Partido Socialista de Mallorca, (PSM) sobre la reforma del Reglamento del Parlamento balear para facilitar la creación de comisiones de investigación.

Pese al voto favorable de Vidal, las tres propuestas fueron rechazadas con los votos de los 29 parlamentarios populares restantes presentes en la Cámara Autonómica, frente a los 27 diputados autonómicos de la oposicón a los que se sumó Vidal.

Joana Aina Vidal declaró a los medios de comunicación, tras finalizar la votación: "me he limitado a cumplir el programa electoral del Partido Popular, y no me importa lo que ocurra a partir de ahora".

Vidal, junto al diputado ibicenco Joan Marí Tur, provocó la primera crisis destacada del Grupo Parlamentario Popular al abstenerse en la sesión de investidura del presidente de la Comunidad, Jaume Matas. Vidal fue expedientada por el Comité de Conflictos del PP, que finamente decidió archivar su caso con la condición de que la diputada no volviera a votar en conciencia.