El decretoforal, publicado hoy en el Boletín Oficial de Guipúzcoa, especifica que la deuda pública especial tendrá un rendimiento del 2 por ciento anual, con vencimiento en 1997.

Según el decreto, el capital invertido en este activo financiero no tendrá que ser declarado en los impuestos del Patrimonio y de la Renta, ni tampoco en el de sucesiones y donaciones.

Además, las instituciones financieras a través de las cuales se tramita la adquisición de esta deuda no están obligadas a informar a la Administracón tributaria sobre la identidad de los suscriptores.

El activo emitido por la Diputación guipuzcoana tiene como fin captar el "dinero negro" invertido en pagarés y activos financieros con retención en origen (acros) emitidos en España.

Estos activos desaparecerán con la nueva reglamentación tributaria y la deuda pública especial aparece como el refugio transitorio para dicho "dinero negro".