LA DIOCESIS DE BILBAO REPARTIO 100.000 EJEMPLARES DEL DECALOGO DE LA "NO VIOLECIA"
- Meditar todos los días en la predicación en la vida de Cristo.
- Tener presente que la acción no violenta tiene por fin la reconciliación y la justicia, no la victoria.
- Conservar en mis comportamientos y en mis palabras una actitud de amor poque Dios es amor.
- Orar todos los días y pedirle a Dios la gracia de ser su instrumento para que todas as personas puedan ser libres y hermanas.
- Sacrificar mis intereses personales para que todas las personas puedan ser hermanas.
- Desobedecer órdenes, leyes y consignas que lleven al enfrentamiento y al odio en mi corazón.
- Pedir perdón por toda palabra cruel o rencorosa que hayamos podido pronunciar o por todo acto malévolo que hayamos cometido.
- Nunca matar ni desear la muerte ni herir a través de pensamientos palabras o actos.
- Saber arriesgar la vida. Dominar el miedo a la uerte. No huir. Dar la cara.
- No disimular ni engañar ni actuar con malevolencia ni por la espalda (la no violencia no puede ser clandestina).
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
La diócesis de Bilbao repartió este fin de semana 100.000 ejemplares de un decálogo de la "no violencia", que está basado en los diez mandamientos del "no violento" elaborado por el obispo brasileñó Helder Camara, junto a la aportaciones del sacerdote francés Dominique Barbé y de Ghandi.
El decálogo pretende fomentar en los participantes una sensibilidad y un modo de actuar sin violencia y forma parte de la campaña "La paz como Dios manda" que la diócesis de Bilbao comenzó el pasado mes de enero y continuará hasta junio.
Los diez mandamientos del "no violento" hacen hincapié en la propuesta de desobedecer "órdenes, leyes y consignas que lleven al enfrentamiento y alimenten el odio", y en la petición de perdón por toa palabra "cruel o rencorosa" o por todo acto malévolo que podamos cometer.
El texto de este pronunciamiento pacifista es el siguiente:
- Meditar todos los días en la predicación en la vida de Cristo.
- Tener presente que la acción no violenta tiene por fin la reconciliación y la justicia, no la victoria.
- Conservar en mis comportamientos y en mis palabras una actitud de amor poque Dios es amor.
- Orar todos los días y pedirle a Dios la gracia de ser su instrumento para que todas as personas puedan ser libres y hermanas.
- Sacrificar mis intereses personales para que todas las personas puedan ser hermanas.
- Desobedecer órdenes, leyes y consignas que lleven al enfrentamiento y al odio en mi corazón.
- Pedir perdón por toda palabra cruel o rencorosa que hayamos podido pronunciar o por todo acto malévolo que hayamos cometido.
- Nunca matar ni desear la muerte ni herir a través de pensamientos palabras o actos.
- Saber arriesgar la vida. Dominar el miedo a la uerte. No huir. Dar la cara.
- No disimular ni engañar ni actuar con malevolencia ni por la espalda (la no violencia no puede ser clandestina).
(SERVIMEDIA)
14 Mar 1992
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