Las piezas artísticas fueron perdiendo su ubicacin original en los procesos de despoblación de sus parroquias y acabaron almacenadas en diferentes dependencias del Obispado de Lérida.

Ha sido ahora el visto bueno del Vaticano a la reintegración parroquial aragonesa lo que ha desatado el conflicto, que se anuncia más duro que el motivado por las demarcaciones diocesanas.

Mientras una comisión del Obispado de Barbastro estudia el traslado a tierras aragonesas de ese patrimonio artístico, con la ayuda del Gobierno de Aragón, ya han surgido las prieras voces que auguran una tensa negociación.

Así, el obispo de Lérida, Ramón Malla, argumenta que únicamente serán entregadas las obras de arte que fueron recibidas en depósito, pero no las adquiridas, que son la mayoría.

A las declaraciones de Malla ha respondido el Justicia de Aragón, Juan Montserrat, quien ha asegurado que el prelado catalán incurre en "pecado" al no acatar el decreto papal que estipula los nuevos límites de soberanía eclesial.

En el todavía inacabado listado de piezas pocedentes de parroquias fronterizas que acabaron en Lérida se encuentran obras de indudable valor, como tres frontales de altares románicos del siglo XIII, pertenecientes a las localidades de Buira, Berbegal y San Vicente de Treserra.