Marín explicó que el Consejo de Ministros de la CE ha otorgado a la comisión un mandato para articular una política mediterránea que englobe a Egipto, Jordania y Siria.

Se trata, añadió, de crear, de aquí a finales de siglo, una ona de libre comercio en el sur. Para ello, se hace necesaria una política de equilibrio que pasa por un arbitraje interno entre distintos sectores de la economía nacional.

"Algunos se verán perjudicados y otros favorecidos. Si somos capaces de llevar a buen término este arbitraje, que compete al Gobierno español, la operación comunitaria en la ribera sur del Mediterráneo tendrá éxito", dijo Marín.

Agregó que "entre tanto entiendo bien la relaciones de los sectores de la economía española afectads, porque pueden verse pejudicados. La agricultura española intensiva está en condiciones de mantener su competitividad en otros ámbitos y habrá que encontrar economías de escala que permitan a unos y otros sobrevivir".

Marín aseguró que de no corregirse los fuertes desequilibrios económicos y políticos entre las dos orillas del Mediterráneo, los riesgos de conflictos crecerán de modo alarmante.

"Si la media de renta de la CE se va a situar en torno a los 15.000 dólares per capita y la del Magrebno pasa de los 1.000, tal situación es insostenible".

"Por eso invito", continuó, "a que se haga el arbitraje y a intentar reducir el diferencial de renta. No podemos hacer un modelo abierto al este y cerrado al sur. Nunca he creido en las posiciones numantinas que son muy heroicas y muy literarias, pero poco productivas", concluyó.