Argandoña hizo hoy esta afirmación durante su intervención en la mesa redonda "El directivo de RSC: agente de cambio en la empresa", dentro del I Seminario de responsabilidad social corporativa, organizado por IESE, en la que participaron también el profesor de dirección de personas y ética empresarial, Joan Fontrodona y la investigadora del Centre for Business in Society, Pilar García-Lombardía.

Esta investigadora presentó un estudio sobre el perfil del responsable de RSC que refleja que el perfil del directivo de RSC en España se corresponde con el de un hombre o mujer de 42 años, con estudios de Derecho o Económicas, sin formación específica de postgrado en RSC, que procede de áreas como Comunicación o Recursos Humanos y que lleva dos años en el puesto.

En este sentido, el profesor Fontrodona afirmó que "el responsable de RSC es el recién llegado a la empresa y ha tenido que hacerse un hueco, algo que le ha costado mucho porque trabaja en un área que no está definida". Además, a su juicio,las amenazas de los directores de RSC no están sólo fuera de la empresa, sino que también son cuestionados por sus propios compañeros.

Del estudio se deriva también que la mayoría de los responsables de RSC acceden a este puesto desde dentro de la propia empresa y que, por lo general forman parte de departamentos reducidos (el 60% tiene tres personas o menos), cuando no "monopersonales". Las funciones desempeñadas, según los datos, se refieren más a la evaluación y seguimiento de programas y políticas que a su diseño e implantación.

Respecto a esta conclusión del estudio en cuanto a la labor del responsable de RSC, Argandoña alerta que si las empresas "no se toman más en serio este departamento, las autoridades intervendrán legislando".

Asimismo, el catedrático apunta que "proponer al departamento de Recursos Humanos las formas de negociar con los sindicatos y estar junto a ellos en la toma de deciciones" es una de las tareas más importantes del responsable de RSC.

García-Lombardía destacó el hecho de que el 40% de los encuestados están "algo de acuerdo" en que la RSC todavía se percibe en sus empresas como una cierta moda y que les resulta difícil explicar a sus compañeros cuáles son sus funciones y responsabilidades. Para la investigadora estos datos merecen una "alerta ámbar".