DIFERENCIAS DE HASTA TRES PUNTOS EN EL CRECIMIENTO REGIONAL DE PIB DURANTE EL QUINQUENIO 85-89

MADRID
SERVIMEDIA

El PIB de España aumentó una media del 4,7 por ciento anual entre 1985 y 1989, pero con diferencias de hasta tres puntos entre la comunidad autónoma de mayor crecimiento, Baleares, y la que menos, Asturias.

Así se pone de manifiesto en un monográfico titulado "La España desigual de las autonomías" que publica en su último número la revista "Papeles de Economía", de a Fundación Fondo Para la Investigación Económica y Social (FIES).

En dicho periodo, el PIB de Baleares creció una media anual del 5,9 por cien, frente a un 2,9 por cien de Asturias. Por encima de la media nacional se sitúan también las comunidades de Canarias (5,5 por cien), Valencia (5,4), Murcia (5,4), Aragón (5,1), Cataluña (5), Navarra (5) y La Rioja (5).

En la media está Cantabria (4,7), y por debajo figuran Madrid (4,6), Castilla La Mancha (4,3), Castilla y León (4), Galicia (4), Extremadua (3,9) y País Vasco (3,7).

Estos datos confirman, según el estudio de la FIES, que el Eje del Ebro, compuesto por la Rioja, la Ribera Navarra, Zaragoza y Tarragona, "se sitúa en el cuadro de honor del desarrollo y su localización estratégica hacen de él, al comenzar los años noventa un eje prometedor de cara al futuro europeo".

En sentido contrario destaca la crisis de la cornisa cantábrica, si bien en 1989 apuntó una clara recuperación, ya que el crecimiento de su PIB igualó ese año a la media spañola (5,2 por cien) en el caso de Asturias y la superó en los casos de Cantabria (6,4 por ciento) y País Vasco (5,7).

Otro dato sobresaliente del quinquenio es que la tasa de desarrollo de Madrid "ha discurrido por debajo de la española y su participación en el PIB nacional ha perdido, por vez primera en treinta años, significación".

Entre las comunidades autónomas que acusan un claro retroceso en el mapa económico español figura, en primer lugar, Extremadura. Una posición menos desfavorable e la de Castilla La Mancha y Castilla León, por las ventajas derivadas de los corredores que unen Guadalajara y Toledo con Madrid, y el crecimiento industrial asociado al triángulo Valladolid-Burgos-Palencia.

SOLO BALEARES SUPERA LA MEDIA CE

Por otra parte, la renta media por habitante de España equivalía en 1989 al 76 por ciento de la media de la CE. Sólo Baleares superaba la media comunitaria, en un 7,5 por ciento.

En segundo lugar figura Madrid, cuya renta por habitante es el 96,3 por cien dela CE. A continuación están Cataluña (94,7 por cien), Navarra (86), Aragón (85,1), País Vasco (83,7), La Rioja (82,8), Valencia (81,8), Canarias (73,9), Cantabria (72,5), Asturias (72,4), Castilla y León (68,3), Murcia (64,8), Galicia (60,9), Castilla La Mancha (60), Andalucía (54) y Extremadura (49,3).

El informe de la FIES subraya que el desarrollo de las comunidades autónomas debe ir ligado a la política económica global de España, y ambas deben ser sensibles al desarrollo de la CE, con el fin de cnverger hacia Europa.

Para lograr esa convergencia, es preciso corregir algunas disparidades entre nuestro país y sus socios comunitarios, como la inflación, el déficit de la balanza por cuenta corriente y el déficit público.

También es necesario homologar los costes de producción. A este respecto, el informe señala que los costes laborales unitarios crecieron en 1990 un 7,4 por ciento en España por un 2,9 por cien en la CE.

Igualmente notable es la diferencia entre los tipos de interés espaoles y los que tienen los países centrales de la CE: el 15,2 frente al 9,2 por cien en los tipos a corto plazo y el 14,5 por cien frente al 9,7 en los tipos a largo.

Para la FIES, la razón de esta disparidad es "la insuficiencia de ahorro interno y de la casi exclusiva actuación de la política monetaria restrictiva, como vía para reducir el desequilibrio económico".

La FIES hace hincapié en que el gran pilar de la recuperación económica española lo constituye el crecimiento de la inversión, cuya articipación en el PIB creció casi 7 puntos entre 1985 y 1990 y se situó 5 puntos por encima de la CE. El ahorro nacional no respondió de la misma forma, al aumentar menos de 2 puntos su participación en el PIB.

CRITICA DE LA POLITICA ECONOMICA

Para la FIES, la política económica aplicada por el Gobierno "no ha sido consciente de las obligaciones de convergencia derivadas del Tratado de Adhesión y de nuestro ingreso en el Sistema Monetario Europeo".

La FIES subraya que es necesario acompañar lapolítica monetaria restrictiva con un política presupuestaria del mismo signo, más moderación en el crecimiento de las rentas y la aplicación de reformas estructurales que hagan más eficaz el sector público.

En su opinión, sin el cumplimiento de estas condiciones "no existe posibilidad alguna de un desarrollo económico sostenido de la economía española que posibilite su acercamiento a la CE".

(SERVIMEDIA)
26 Feb 1991