Díez hizo un llamamiento expreso al Partido Nacionalista Vasco porque, a su juicio, "el sentido común y el sentido democrático tiene que volver a imperar en el PNV. Son muchos años de sentido democrático en el comportamiento del PNV para tirarlos por la borda con la coartada de la paz".

En declaraciones a Servimedia, la política socialista dijo que "es una pena, porque la única noticia positiva que podíamos esperar de la reunión de hoy es que los firmantes de Lizarra se huberan desmarcado, denunciado y condenado la violencia. En lugar de eso, han preferido hablar de pájaron y flores que los que quería HB".

A su juicio, los reunidos hoy en San Sebastián quieren imponer un proyecto nacionalista "en clave de país" a todos los vascos, sin demostrar siquiera la "mínima valentía democrática" para rechazar la violencia.

Los socialistas abordarán la ronda de contactos que pretenden emprender los firmantes de Lizarra con un talante escéptico: "nosotros somos muy educados y ablamos con todos los que nos lo piden, pero lo que nos van a contar es algo que no compartimos y no nos van a convencer, no compartidos el proyecto de revitalización nacionalista que nos quieren explicar".

Insistió en que además en la actitud de ese grupo hay un "agravante" que es que "entre sus miembros, el que hoy tiene el liderazgo político, es una organización que no sólo no condena el terrorismo sino que se siente orgulloso de él".

La dirigente del PSE criticó duramente la permanencia de IUen el foro de Estella, aunque reconoció que es una formación en fase de revisión de sus actitudes que tiene una "posición muy incómoda" porque avala un proyecto nacionalista que sigue sin condenar el terrorismo.

Finalmente, destacó la incoherencia del PNV que sigue en el Pacto de Estella y apoyado por EH después que el Lehendakari, Juan José Ibarretxe, garantizará ayer al rey que su partido y el Gobierno vasco lucharán por la paz.

Díez afirmó que a partir de este momento el PNV tendrá que hacer ago para solucionar esta contradicción porque "un partido con una larga tradición democrática no puede estar mano a mano con unos terroristas que les llevan no sólo a abandonar su tradición sino a abandonar la obligación que tienen desde el Gobierno de representar a todos los ciudadanos".