El citado estudio sitúa a las asociaciones deportivas en segundo lugar, ya que el 20 por ciento de los asociados lo son de algunas de este tipo; en tercer lugar se sitúan los sindicatos, con un 12 por ciento de participación; seguidos de las asociaciones de vecinos, un 10 por ciento; y las profesionales no obligatorias, empresariales y comerciales, con un 8 por ciento.

Para profundizar en las ormas actuales de asociacionismo, el CISM ha organizado para mañana un curso, que será impartido por profesores de cinco universidades españolas, sobre técnicas y metodologías para fomentar la participación.

El asociacionismo español es, con un tercio de su población mayor de edad agrupada, uno de los más reducidos en comparación con otros países de Europa, donde el 50 por ciento de la población pertenece a alguna organización, informó a Servimedia Tomás Alberich, miembro del CIMS.

Otro de los ragos que los diferencian en relación con Europa es que en países como Francia o Inglaterra las asociaciones están más institucionalizadas, es decir, el Gobierno les encomienda que realicen labores para el Estado, costumbre que se está empezando a implantar en nuestro país.

Alberich añadió que la participación de los españoles en movimientos sociales se diferencia de la de hace diez años en sus motivaciones. "Entonces era una participación militante, de raíces ideológicas, política, mientras hoy es más ragmática, se pretende acciones concretas que resuelvan problemas concretos".

Es por ello, dice Alberich, que "hay una mayor diversidad de asociaciones, así como de contenidos y actividades que entonces".