En el libro "Aprender para el futuro", Díez Hochleitner sostiene que los alumnos de secundaria deben tener "un buen dominio de la historia y de la geografía, debidamente actualizadas".

"Prioritaria debe ser, sobre todo, la defensa y promoción de la dignidad humana, amenazada por el desempleo, el hedonismo, el egoísmo o la injusticia y las numerosas formas brutales o sutilesexistentes de recortar la libertad y la democracia", afirma el responsable de la Fundación Santillana.

En su opinión, una enseñanza eficaz de idiomas, que facilite el dominio práctico de por lo menos dos idiomas extranjeros, va unida también a es visión formativa.

"El desafío lingüístico en la educación secundaria no es tanto el aprendizaje de la lengua materna o la del entorno inmediato, sino el dominio cultural del idioma común del Estado-nación respectivo, junto con el aprendizaje a fondo de a menos dos idiomas extranjeros, de alcance internacional, para un posterior uso profesional ágil", afirma el libro.

EQUILIBRIO

Según este investigador, una sólida educación general de calidad, con el debido equilibrio entre las ciencias y las humanidades y con un enfoque interdisciplinar, es la principal exigencia de futuro.

A su juicio, un científico o un tecnológico sin una sólida formación humanista de base es un hombre con visión muy limitada. A su vez, un humanista sin el conocimiento cienífico es una persona incompleta.

Por lo que respecta a los profesores, Díez Hochleitner mantiene la tesis de que frente a la tradicional "pedagogía del enseñar" unidireccional muy arraigada aún, debe abrirse paso la "pedagogía del diálogo" y una formación multidisciplinar.

"La docencia es, cada vez más, un arte, además de una profesión tecnificada en el que se impone la calidad total frente a simples cualidades parciales, por excepcionales que sean", agrega la obra.