Un estudio elaborado en 1991, sobre un total de 100 drogadictos, revela que un 60 por ciento de los que pasaron por la Unidad de Drogodependencia, declararon que se habían introducido en el consumo de droga a través de un amigo y un 40 por ciento manifestó que empezó a consumir estupefacientes por el ejemplo de algún hermno.

El 85 por ciento de los drogodependientes tratados, durante la etapa en la que se elaboró el estudio, eran varones y el 15 por ciento restante fueron mujeres.

La edad media establecida para el conjunto de la población toxicómana en Alcobendas, en una banda que va de los 14 a los 35 años, es de 27 años, lo que, según el responsable de la unidad, significa que existen menos incorporaciones y que la población toxicómanaestá en fase de estabilización.

Asimismo, el informe indica que el 45 po ciento de los drogadictos eran de clase económica media-baja, un 27 por ciento de clase media, el 26 por ciento de clase baja y solo un 1 por ciento de clase media-alta.

En relación con su formación, un 54 por ciento de ellos solo había realizado estudios primarios frente a un 27 por ciento que alcanzó el bachillerato elemental, un 4 por ciento eran analfabetos.

Una gran parte de los jóvenes que acuden a la Unidad de Drogodependencia lo hacen después de una media de 6 años de adicción y convencios de la necesidad de desengancharse.

El Ayuntamiento de Alcobendas dispone de un médico, tres psicólogos y un asistente social, que son los encargados de atender a los vecinos de Alcobendas con problemas de toxicomanías.