Aunque la erupción había sido anunciada por los vulcanólogos, el Tungurahua, un volcán de muy frecuente actividad sísmica, ha provocado la evacuación de unas 5.000 personas, sobre todo de las localidades de Penipe y Guano, en la provincia de Chimborazo.

Además, ha contaminado con azufre el agua potable de sus inmediaciones y ha provocado afecciones pulmonares, cutáneas y oculares por la exposición directa de las personas a los gases tóxicos, así como lesiones de distinta consideración por la caída masiva de piroplastos. También ha causado grandes pérdidas en los cultivos y la ganadería.

Durante la noche del viernes, las municipalidades de Penipe y de Guano declararon la situación de catástrofe y emergencia en las dos poblaciones y, ante la falta de recursos propios para solventar la crisis y la falta de respuesta de las instituciones públicas nacionales, cursaron una solicitud de ayuda al Ayuntamiento de Madrid, con el que mantienen una estrecha relación los municipios de la región ecuatoriana de Chimborazo.

Esta relación se basa, por un lado, en los importantes flujos migratorios de esta zona hacia la capital española y, por otro, en la puesta en marcha del Programa de Cooperación Integral Productiva en esta región ecuatoriana, en julio de 2004.

BOMBEROS SIN FRONTERAS

El ayuntamiento puso en marcha en seguida, a través de la Dirección General de Inmigración, Cooperación y Voluntariado, el Plan de Ayuda en Emergencia. Además, contactó con la ONG Bomberos Unidos Sin Fronteras y se activó el "Grupo de Intervención ante Catástrofes de Madrid", en cumplimiento del convenio que tiene suscrito el Ayuntamiento de Madrid con esta organización.

Los bomberos madrileños llevan consigo el material necesario para realizar sus tareas de asistencia. Una planta de potabilización de agua, hipoclorito y consumibles para cloración, tanques de almacenamiento de agua (hasta 8.000 litros), material logístico y farmacéutico y mascarillas sanitarias forman parte de la carga que Madrid envía a las provincias ecuatorianas afectadas por la erupción.

La misión de este contingente es suministrar a la población agua potable, distribuir mascarillas, prestar asistencia médica a las personas desplazadas y evaluar las necesidades para el posible traslado a unidades médicas.

La Dirección General de Inmigración, Cooperación y Voluntariado del Ayuntamiento de Madrid ha coordinado la organización de la expedición y la recogida del material de ayuda humanitaria. También se ha encargado de los trámites aduaneros, junto con la Embajada de España en Ecuador, del dispositivo de traslado desde la ciudad de Quito a Riobamba y de la logística en la ciudad de Riobamba.

Los bomberos madrileños tienen previsto permanecer en Ecuador hasta el próximo 3 de agosto, salvo que se considere necesario prolongar su estancia en el lugar.