Según la sentencia de un juzgado de la capital granadina, el alcalde, Juan Manuel Rodríguez García, ha sido condenado a una multa de 50.000 pesetas por una falta de imprudencia simple, ya que el escenario era de propiedad municipal.

En la mencionada fecha de 1990, cuando se celebraban las fiestas de la localidad, cercana a la capital, acudieron a las mismas como animadoras, invitadas por el Ayuntamiento, las componentes del grupo vocal "Los Contrahechos", compuesto por personas de a tercera edad.

A mitad de la actuación, según la sentencia, el escenario se vino abajo al partirse en varias fracciones, por lo que muchas de las cantantes cayeron al suelo.

Como consecuencia de la caída, Josefa Esquitinio y Pastora Canovaca sufrieron lesiones que tardaron en curar 480 y 460 días, respectivamente. Ambas mujeres, cada una de las cuales recibirá 8 millones de pesetas, sufren desde entonces cojera, que les obliga a utilizar bastón, secuelas consideradas de importancia por el juez, uesto que en la vista oral quedó demostrada "la vitalidad de las dos perjudicadas".

Para el magistrado, este caso no es más que "una consecuencia de la idea de animación y fiesta", no siempre "acompañada del imprescindible cuidado", que se registra de forma frecuente en este tipo de eventos, en los que "suele faltar un escenario adecuado o la supervisión de una vigilancia profesional".