Los jóvenes fueron arrestados cuando participaban en una concentración de aficionados del Barça en la Rambla, después de la disputa de la final de la Copa de Europa de Ateas, en la que el equipo azulgrana perdió por 4-0 frente al Milán.

Los detenidos están acusados de desórdenes públicos, vandalismo y de ocasionar daños en propiedades particulares y públicas del centro de Barcelona, en la confluencia de la Rambla y la fuente de Canaletas, según indicaron las mismas fuentes.

Algunos de estos jóvenes rompieron los cristales del escaparate de una zapatería de la calle Pelayo y la luna de un coche del Cuerpo Nacional de Policía. Además, destrozaron un quiosco de la plza de Catalunya y quemaron una caseta de la ONCE de la calle Pelayo, cinco contenedores de basura y dos columnas publicitarias que habían sido arrancadas.