Así lo comunicó hoy el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Juan Carlos Aparicio, al término de los encuentros que mantuvieron él mismo y el presidente del Gobierno, José María Aznar, con los sindicatos y la patronal, en lo que ha constituído el punto de partida e la nueva etapa de diálogo social.

Aparicio subrayó la necesidad de acometer cambios para hacer sostenible el sistema de Seguridad Social en el futuro y consideró que muchas de estas modificaciones deben incluirse en los próximos Presupuestos Generales del Estado para el 2001.

El titular de Trabajo y Asuntos Sociales destacó que existe coincidencia entre los objetivos del Ejecutivo y los de los agentes sociales y confió en que se logren acuerdos "cortoplacistas", que puedan completarse con otrosa medio y largo plazo.

A juicio de Aparicio, las reuniones celebradas esta tarde han demostrado el "buen ánimo" por parte de los negociadores, lo que le hace ser "optimista" puesto que el diálogo social parte de una "buena experiencia" de los acuerdos de 1997.

Destacó que José María Aznar quiere personalmente dar un impulso al diálogo social como método de trabajo, pero advirtió de que el Gobierno no se mantendrá impasible si entiende que hay demandas sociales insatisfechas.

Finalmente, sobr la propuesta de los sindicatos de reducir la jornada laboral a 35 horas semanales, Aparicio reiteró la postura del Ejecutivo contraria a una regulación por ley y aseguró que este asunto debe quedar enmarcado en la negociación colectiva.