A su juicio, al Gobierno le ha faltado tiempo para privatizar Tabacalera y enseguida empezar a hacer campañas en contra del consumo de tabaco, un negocio que ha estado explotando el Estado directamente durante muchos años.

Raimundo de los Reyes arremetió contra la mayoría de las ampañas antitabaco que, aseguró, se basan en mensajes "terroríficos" con los que intentan sobrecoger a la población por los males del tabaco.

Y añadió, "el Gobierno tiene palancas suficientes para ordenar el consumo de tabaco respetando la libertad de todos y sin desencadenar campañas que lo que crean es crispación y destemplanza y que además cuestan mucho dinero a las arcas del Estado".

Los fumadores estan de acuerdo con predicar la moderación y el consumo racional, "los borrachos del tabaco no os gustan", subrayan, pero "nos preocupa que se creen climas de tensión en la sociedad entre fumadores y no fumadores. Nos deben advertir lo malo que es fumar pero no enfrentarnos".