Con motivo de la celebración hoy del Día Mundial contra el Ruido, la confederación pide que se inicie un debate "en grandes círculos acerca del conflicto ocio nocturno-descanso, más grave por afectar al derecho al descanso y al derecho a la diversión de los ciudadanos".

"El problema del ruido, producido en las sociedades de nuestro entorno fundamentamente por el tráfico, la industria, los medios de transporte como aviones y trenes, y por las aglomeraciones urbanas, es objeto de interés por parte de la Unión Europea, que ya ha marcado unos plazos de actuación para los países miembros", señala la CAVE en una nota de prensa.

El Movimiento Vecinal "insta a las administraciones, así como a organizaciones ciudadanas de diverso tipo, como las ecologistas, a fijar un calendario de encuentros que permita adelantar significativamente los plazos marcados dede la UE".

La legislación europea pretende armonizar las leyes nacionales en lo que se refiere a sistemas de medida de nivel de ruido, elaboración de mapas acústicos en las grandes ciudades y junto a grandes industrias, estaciones o aeropuertos y, sobre todo, a la adopción de medidas concretas.

HECHO DIFERENCIAL

Sin embargo, España, frente al resto de países miembros, presenta un hecho diferencial, producido por las condiciones climáticas y las características sociales y culturales de nuestro pís: se trata del ruido producido por el ocio nocturno, grave conflicto existente en la mayoría de ciudades, de suma importancia para vecinos y autoridades locales y que reduce considerablemente los índices de calidad de vida.

Las Asociaciones de Vecinos ya incluyeron este conflicto como ponencia en la Asamblea General del año 2000, celebrada en el mes de mayo en Orense, lo que desembocó en las I Jornadas Nacionales sobre Ocio Nocturno y Descanso, celebradas en la localidad murciana de Lorca el pasado es de febrero.

En este encuentro, se puso de manifiesto la necesidad acuciante de promulgar una ley estatal reguladora, fruto del diálogo entre los sectores implicados, fundamentalmente vecinos, jóvenes, hosteleros y ayuntamientos, para garantizar a todos sus derechos constitucionalmente reconocidos.

Según las propuestas elaboradas en ese encuentro, la norma debería incluir actuaciones educativas y de sensibilización de la juventud, planes de ocio nocturno alternativos, planes de urbanismo sensibes al problema, medidas paliativas en aquellos lugares donde ya existe el conflicto, normas para los locales de ocio, así como medidas sancionadoras para aquellos que obvien la ley y, por último, más rigor en la concesión de licencias a locales, que deberán especificar claramente el tipo de actividad, para limitar los horarios y la potencia de los equipos de música, entre otros aspectos.