Mientras que en 1994 el 62 por ciento de las personas entrevistadas admitía que su hijo fuera a clase con un niño enfermo de sida, este año el porcentaje se incrementa hasta un 75 por ciento.

El resto d las situaciones cotidianas sobre las que se les pregunta también experimentan una mayor aceptación. Un 84% admitiría ser amigo de un afectado por sida (un 6% más que en 1994), un 61% conviviría con él (un 6% mas) y un 85% tabajaría con él (un 5% más que en 1994).

El sondeo afirma que, pese a que prima la idea de que el riesgo de contagio es el mismo para el conjunto de la población, un tercio de los entrevistados sigue pensando que el sida sólo afecta a ciertos grupos de personas.

El sida es la egunda enfermedad más temida por los españoles después del cáncer, aunque los encuestados aseguran considerarla más grave y peligrosa.

La encuesta detecta que más del 90 por ciento de los españoles conoce bien la mayoría de las vías de transmisión de la enfermedad: por utilización de jeringuillas y agujas usadas (96 por ciento), por sangre (95 por ciento), por contacto sexual íntimo (94 por cineto), a través de madre embarazada a su hijo (89 por ciento).

En cuanto a la antigua polémica sobre la ncesidad o no de aislar a estos enfermos, un 63 por ciento está en contra de aislar a estas personas, frente al 20 por ciento que es partidario de todo lo contrario.

A juicio del 98 por ciento de las personas entrevistadas, las autoridades sanitarias deberían adoptar mayores medidas peventivas y un porcentaje similar pide mayor información sobre la pandemia.