SEO/BirdLife, ue ha previsto cerca de 130 iniciativas con la colaboración de unos 500 voluntarios, ha centrado el Día Mundial de las Aves de este año en la conservación de las aves marinas afectadas por la catástrofe del "Prestige".

Con esta celebración, SEO/Birdlife pretende difundir la rica variedad de aves que hay en España. Su principal objetivo, compartido en más de cien países que cuentan con representantes de la organización, es iniciar a la gente en la identificación y el respeto por las aves.

Bajo est punto de vista, y con motivo del Día Mundial de las Aves, SEO/BirdLife organiza el primer fin de semana de octubre desde 1987 diferentes actos en numerosos puntos de España, como recorridos ornitológicos, puestos de observación, conferencias, anillamiento científico, talleres, maratones ornitológicos y juegos para niños.

Este año la organización ecologista realizó un llamamiento especial para la conservación de las aves marinas y del medio en que viven, que tan severamente fueron afectadas por la catstrofe del "Prestige", y en concreto reclamó que se adopten de forma urgente numerosas medidas que se han recogido en un manifiesto.

El documento insiste en la protección adecuada de los lugares de nidificación, alimentación, migración y descanso, a través de su declaración como Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA), de acuerdo con la normativa europea.

Recuerda la importancia de implantar una Estrategia de Conservación del Arao Común (Ave del Año 2003 de SEO/BirdLife) en España y plaes de recuperación de las restantes especies de aves marinas amenazadas de extinción en nuestro país.

Otras de las prioridades, según la organización, son un Plan Nacional de Pesca Sostenible que tenga en cuenta a las aves e incluya medidas para evitar el impacto negativo que sobre estos animales puede tener esta actividad extractiva, así como una regulación de las vedas temporales que incluya las necesidades de conservación de las aves marinas como parte del ecosistema marino.

Por último, destac la necesidad de regular el tráfico marítimo para evitar riesgos de vertidos, derrames y mareas negras, excluyendo aquellas zonas más sensibles del tránsito de buques que transporten mercancías peligrosas o nocivas para el ecosistema.