El acto ha sido muy sencillo. Tras la llgada de los Reyes a la base y la rendición de honores, el monarca, ataviado con el uniforme de capitán general del Ejército de Tierra, pasó revista a un batallón, compuesto por unos 500 soldados de los tres ejércitos.

A continuación, se procedió al izado de la bandera española y se rendió homenaje a los que dieron su vida por España, entre ellos los militares muertos en Turquía.

Después de la retirada del batallón de honores, se llevó a cabo la breve exhibición aérea, en la que participaron una teintena de aeronaves pertenecientes a la base canaria.

Primero aparecieron los helicópteros "Superpuma" y "UH-1B", del Servicio de Búsqueda y Salvamento del Ejército del Aire y del Batallón de Helicópteros de Maniobra VI, después lo hicieron los "Aviocar" y "Fokker", que se vieron superados en el aire por los supersónicos "F-18" y los "Harrier" de la Armada. El acto finalizó con el sobrevuelo de la 'Patrulla Aguila' sobre la zona.

Junto a los Reyes, que recibieron muestras de cariño de los centenres de asistentes, también estuvieron en la tribuna de invitados el Príncipe Felipe, con uniforme de comandante del Aire; el ministro de Defensa, Federico Trillo-Figueroa; el presidente en funciones del Gobierno canario, Román Rodríguez; y el jefe del Estado Mayor de la Defensa, Antonio Moreno, entre otras autoridades.