Para apoyar sus argumentaciones, Robles aludió a la última encuesta domiciliaria encargada por su departamento -cuyos datos se harán públicos en los próximos días-, según la cual un 82 por ciento de la población se muestra contraria a la legalización de las drogas.

El estudio refleja igualmente qu la sociedad española se muestra partidaria de las políticas de prevención, de concienciación, de información y de presión legal hacia los narcotraficantes.

Robles consideró que la última encuesta domiciliaria es suficientemente reveladora acerca de lo que piensa el conjunto de la sociedad. El delegado antidroga apuntó que se podría hacer un referéndum sobre la legalización, pero advirtió que lo único que se conseguiría es "confundir".

Tras reiterar su firme oposición a la legalización de los estpefacientes, Robles explicó que un plan nacional de lucha contra las drogas persigue "la salud de la gente e informar adecuadamente de los efectos perjudiciales que para la salud tienen las sustancias tóxicas".

COHERENCIA

"Lo que no es coherente", añadió, "es que mi departamento fomente su consumo, y fomentarlo es legalizarlo. Eso es mayor tolerancia, y a mayor tolerancia, mayor consumo". Robles aseguró que cuanto más disponibilidad hay de una sustancia, más consumo se produce, en contra de las teoras que mantienen que la legalización reduciría el consumo.

A su juicio, tampoco está demostrado que la legalización frene los beneficios de los traficantes. En este sentido, argumentó que el tabaco es legal en España y, por ello, no ha desaparecido el mercado ilegal.

Explicó que los últimos informes hablan de 120.000 millones de pesetas de contrabando de tabaco, cifra que representa un 22 por ciento del dinero que mueve el tráfico de drogas ilegales, que se estima en 500.000 millones.

Roblesabundó en la última encuesta domiciliaria sobre drogas y adelantó que el consumo de heroína en los últimos dos años ha caído estrepitosamente y el de cocaína está estabilizado. Sin embargo, el hachís, sustancia cuya legalización es la más demandada, es la única droga que, según revela la muestra, ha aumentado el nivel de consumo.

AUMENTO DE DECOMISOS

De acuerdo con los datos de la encuesta domiciliaria, el consumo de hachís ha subido en dos o tres puntos, pero, precisó Robles, nunca al nivel que se an incrementado los decomisos, que se han multiplicado por tres, pasando de 150.000 a 310.000 kilos, porque "evidentemente ha habido mucha más eficacia policial", justificó el delegado del PNSD.

"El hachís es en estos momentos la sustancia más consumida entre los jóvenes, pero la fórmula no es la legalización. Lo que hay que hacer es una política seria de información", insistió.

Por otra parte, Robles criticó los vaivenes en la información, las "políticas errantes de drogas blandas y drogas duras, y los debates sobre si la sustancia es terapéutica o si no lo es, porque "al final generan una confusión mental tremenda para el joven".

Añadió que "el principal error que se ha cometido con el hachís es que se ha jugado demasiadas veces a hacer un política de confusión". "El hachís produce efectos negativos para la salud y estamos en un momento en que lo científico o lo pseudocientífico aparece con demasiada rapidez en los medios de comunicación, con falta de rigor muchas veces", apostilló.

Auque no quiso establecer comparaciones, el delegado del Gobierno para el PNSD admitió la toxicidad del tabaco y lo perjudicial que resulta para la salud, pero explicó que no se "ilegaliza" el tabaco porque es una sustancia tradicional en la sociedad, porque está ya legalizada y porque dar pasos en la dirección contraria sería "enormemente delicado y muy difícil".