La campaña incluye dos anuncios y pretende fomentar la convivencia entre automóviles y motos. En el primero de ellos, el conductor de la motocicleta recuerda, desde la silla de ruedas en la que se encuentra, su accidente, que responde al más habitual en vías interurbanas: salida de la vía por exceso de velocidad, pérdida de control del vehículo, durante los fines de semana y protagonizado por motoristas de 26 a 46 años -no demasiado expertos- con motos de más de 500 centímetros cúbicos y que no llevan más de dos años conduciéndolas.

En el otro, el conductor de un turismo recuerda el accidente en el que colisionó contra una moto y acabó con la vida del motorista. El protagonista de este spot hace hincapié en la necesidad de señalizar maniobras como giros, cambios de carril o apertura de puertas, puesto que los vehículos de dos ruedas, por su tamaño, pueden quedar fácilmente ocultos en los ángulos muertos.

Según la DGT, durante el pasado año 2.741 personas perdieron la vida en España en accidentes de carretera en todo tipo de vehículos, un 32% menos que en 2003, una tendencia que no se ha trasladado a la siniestralidad de las motos, especialmente las de gran cilindrada.

Así, en 2003, sólo en accidentes de motos, murieron 233 personas, mientras que la cifra ascendió en 2007 a 418, lo que supone un 84% más. En 2008 ya han muerto en accidentes de carretera 107 personas que circulaban en motos y 31 en ciclomotores.