"Toda la costa está servida por la carretera A-3", explicó Fernández en una rueda de prensa en la DGT, quien achacó a este hecho y a los dos carriles por los que circularon los coches desde Atalaya (Cuenca) hasta Madrid la dificultad de aliviar el gran atasco originado ayer.

Preguntado sobre los desvíos alternativos, Fernández aseguró que estos también sufrieron congestiones importantes y que incluso en el supuesto caso de que la A-3 tuviera un carril más, "las retenciones que hubo ayer se hubieran repetido".

"Esto ocurre en todas las grandes operaciones de retorno, puentes de primavera y otoño y seguirá ocurriendo, y decir lo contrario es insensato", añadió.

"Ante estos atascos, la DGT sólo puede usar medidas paliativas", agregó Fernández, que a este respecto señaló que su organismo llevó ayer a cabo la restricción a la circulación de camiones, la habilitación de un carril adicional en el sentido contrario desde el km 102 hasta el 35, y la dotación de información y recomendaciones a los conductores a través de los paneles situados en las vías.

Sobre la opción de adelantar los regresos, Fernández contestó que si bien "buena parte de los conductores hicieron un escalonamiento del viaje de vuelta y adelantaron el retorno a la mañana", esta actitud no solventa el problema: "La prueba está en que desde la una de la tarde ya había atascos en Atalaya".

En este sentido, Fernández enumeró otras medidas de "gran ayuda" para hacer frente a estas retenciones, como la utilización de otros medios de transporte alternativos al coche, mejorar las infraestructuras y cambiar las pautas de movilidad, como la de viajar más ocupantes en un mismo vehículo o cambiar los destinos vacacionales.